viernes, 25 de noviembre de 2011

PROM QUEEN

"...Fucked around and turned me down.
'Cause she did'nt think I could play the part..."
Lil Wayne.
Es una imagen muy norteamericana el anhelar ser "La reina del baile".
¿Y qué significa ser la reina del baile? A los 16/17 años parece que lo es todo; significa que eres la encarnación de la perfección escolar, más allá de la inteligencia (¡ese estorboso "accesorio" que nadie quiere usar a esa edad!) y la aceptación popular.
Pues nada, que ser la prom queen es un estatus que en su momento, todas secreta y públicamente anhelan y que causa mucho desgaste emocional y enormes conflictos que se disparan a través de los años.
Pero no sólo es asunto de mujeres, caballeritos, permítanme tantito. El deseo de ser popular es un deseo sin sexo y sin distinción. El ser admirado es un atavismo tan arraigado en el humano (y en los pavorreales del museo Dolores Olmedo, debo aclarar... digo, porque no quiero tener problemas con ellos, tan fanses de ésta  H.H.H Gatería) al grado que sólo hubo un hombre que dijo "nel, a mi no me late ser popular, pero ps no lo pude evitar y ¡miren en dónde acabé!"
Y hago referencia a los bailes de graduación porque, según mis propias experiencias, la fiestas de graduados fueron los lugares en donde pude brillar con vestidos TAN lentejuelosos y ser todo lo extrovertida que mi maldita timidez me permitió.
En cada uno sentí que partí plaza y bailé, reí y me sentí admirada y reconocida.
Pero no fui la reina.
Y ¿saben por qué no? (no, no porque esté bien pinche fea... o sea, igual y sí, pero esa no fue la verdadera razón) sino porque ello no fue mi objetivo ni en ello se me fue la vida.
O sea, tranquilamente la vida me enseñó que mis amigos no estaban a mi lado por ser la más popular, pachanguera, fiestera y cachonda del grupo, amén de la más desmadrosa. Los enemil novios que tuve en mi haber no me siguieron por mi físico (que sin temor a la verdad es bien average), ni por mi cueeeerpazazo exhuberante (el cual, sin hacerme menos o más es tirándole a gordibuena), ni por tener unos super mega ligerísimos cascos (expresión que a la fecha no se que signifique pero que los literatos populares del siglo pasado la usaban a la menor provocación, sobre todo al describir a la mayoría de sus musas).
Se que todos ellos estuvieron (están) conmigo por una bien sencilla razón: AMO SER DANA JUAREZ SALAZAR, con defectos y virtudes, suave como gaviota pero felina como... jajaja...¡ya, en serio! me encanta la persona con la que me acuesto y despierto los 360 y tantos días del año, desde hace 31 años.
Aunque a veces no esté de acuerdo conmigo misma, o me haga llorar o me mate de la risa.
Gracias al cielo pude darme cuenta del enorme trabajo que significa el tratar (ya no digamos lograrlo) de ser la más pipiris nais de la elementary school de la vida. 
Pa' pronto, que yo -aunque lo hubiese deseado- no tenía material de prom queen. 
Sin embargo, se que lo más sexy de mi son mis neuronas, a las cuales pido mil veces perdón en el día por hacerlas trabajar tanto en la comprensión de un mundo mejor (para mi y Mateo, mayormente) y en el eterno deshoje de la margarita "le gusto/ no le gusto".
Y fuera de la uña postiza, el bra que levanta chicharrones, la faja que aplasta la panzota llena de tamales & tortas, mujercitas (y hombrecitos) en serio, en serio... la vida SIEMPRE es una eterna pasarela, sí. La vida es el eterno vernos bien/vernos mal, pero no por ello signifique que somos y existimos gracias a nuestra apariencia física. Qué padre contar con un bello rostro y un hermoso cuerpo a los estándares de la realeza europea. Qué padre contar con ese físico bajo los estándares de belleza de las tribus de Papúa- Nueva Guinea.
Finalmente, cada quien es la reina de su propio baile de graduación que se llama "vida diaria" y -creánmelo- cada una tendrá a la pareja soñada del "ball". (¿Ya?)
Y por si aún lo dudan, salgan este día y dénse el chance de que alguien les dedique una mirada bonita -y luego no lo denuncien por acoso sexual, dije "mirada bonita"- para confirmar eso que ustedes mism@s ya lo saben:

"You can dance, you can jive,
having the time of your life.
Ooh see that girl, watch that scene,
dig in the dancing queen..."


P.D. Mañana bailaré, brillaré y disfrutaré lo que mis 31 años me permitan en la prom de la Facultad de Medicina de CU, generación 2007-2011. Y sí, aunque les lleve casi 10 años de diferencia a las amigas de mi hermano David, ésta treintona será la dancing queen...
JA!


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