viernes, 30 de abril de 2010

DIA DEL NIÑO

¿A qué edad dejas de ser niño?
He visto gente en la calle (en la misma donde llueven gatos y perros) que a decir de su aspecto, parecen quedados en la niñez (ojo, que no en el forovereo, como acá su servilleta, eh? -guiño de ojo-.) y que efectivamente, viven en un mundo de caramelo. Envidia, a veces.
A título personal, nunca he renegado de la parte (o totalidad) que le he mercado a la niñez para seguir usufructuando en la edad adulta y es por eso que las líneas superiores son puuuuura vacilada.
Empecemos:
Recuerdo con oso todos los días del niño. No hubo alguno en el que no sufriera algún percance, ya fuera físico o emocional. Estoy convencida (debido a mi retorcido narcismo) que nadie sufrió tantas contrariedades en la niñez como yo. Y lo pruebo:
Tenía seis años, iba en primero de primaria, en una escuela bien pedorra cerca de "El Sol de México", en la colonia San Rafael. Ese día, salimos de la escuela con rumbo al ilustrísimo Cine Opera, que en esa época aún exhibia funciones para niños; formados, me tocó como compañera a una niña con la que me llevaba equis: Yésica (sí, con ye). Y bueno, papalotera como siempre he sido, la mentada Yésica y yo terminamos -inexplicablemente- separadas del grupo, en la bola con los alumnos de sexto (que eran los más gandallas) y... en gayola, o sea, hasta arriba.
En el susto por imaginarme viviendo allí para siempre, trepeme a la butaca, con la certeza de que mi 1.33 mts me ayudaría para visualizar y encontrar a mi grupo y de paso, rescatarnos y llevarnos sanas y salvas con la miss.
No solo no vi un carajo, sino que además, en la prisa y con el alboroto causado por los chavitos, mi pie quedó atorado en el hueco del respaldo/asiento y ¡zaz!, mi trastorno generalizado de ansiedad se manifestó al hacerme perder el juicio y obligarme a dejar mi zapato en aras de llegar con vida a la escuela.
Despeinada y sin un zapato, al fin pude salir de aquella pesadilla, sólo para comprobar que la dotación de regalos había sido magnífica pero, y eso es lo más triste, como la miss no me vió (y ni siquiera se percató de mi ausencia) pues ya no me tocó, ¿verdad?, ay éstas muchachas.
Así que: despeinada, sin un zapato y SIN REGALOS, mi madré recogió a su hija.
Y ustedes imaginen el resto.
FELIZ DIA DEL NIÑO.

lunes, 26 de abril de 2010

¿Qué le pasa al mundo que están lloviendo gatos y perros?

Pues así es.
El mundo tal como lo conocemos cambia a cada instante; tú cambias a cada instante. Lo que era importante para ti en un segundo, ya no lo es más.
Así de fácil, todo cambia y con tu cambio, orillas a que el de al lado, cambie también.
Siguiendo ese tenor, ¿te has puesto a pensar en lo irresponsable que es cambiar?; imagina que de repente cambias y por ende, causas cambios en la gente a tu alrededor. Cambios que a su vez, harán cambiar y cambiar a ene cantidad de pipol que como tú, no tienen ni piut idea de por qué rayos la cosa cambió.
Oh Dios!, ¡tanto café, tanto desvelo, tanto maldito Satoshi Kitamura...!
Pero todo cambia.
Arghhhhh....

viernes, 23 de abril de 2010

Vagando por la ciudad como perrito sin cadena (pero aclaro que a mi no me laten los perros sino los gatos, por algo ésto se llama "La Gatería", no?)

Así es.
El día de hoy la naturaleza, el horóscopo, el oráculo y la agenda de Marmota dispusieron que viniera al doctor. ¡Al Doctor!... ¡háganme el re chingado favor!, como si yo necesitara venir al doctor debido a una INMENSA bola de algo que tengo en la pata izquierda, dolorcitos chistosos en donde, según los tratados de anatomía del siglo XIX, se supone que tengo los riñones; un dolor bastante agudo y constante en la parte conocida cosméticamente como la "zona T" que me hace sospechar que sufro de violencia doméstica combinada con franca narcolepsia y episodios de catatonia, pues no me explico cómo rayos me duele algo sin razón aparente y (oh sí, aún hay más -dios te bendiga, Raúl Velasco-.) congestión nasal (ay, pero si mi nariz es diminuta).
Así que aquí estoy, muy quietecita, esperando a que llegue mi turno con el dotor, escuchando musiquita, escribiendo tontejadas para que ustedes se rían y yo sienta bonito y tomando café de una maquinita muy cura.
Y después de mi cita, ¿qué vendrá? Mateo está de visita con su abuelita (y no, no le llevó bollos y miel) Marmota trabaja, como el buen marido que es y yo tengo la posibilidad de hacer ALGO... pero no atino bien qué hacer.

Ahhhhh!!, me entra ansiedad de concurso chafa: debo escoger algo muy bueno en un "lapso de tiempo" relativamente corto.

Pero ayer compré "Paris, te amo" a $46 pesos en Mits up...¿me vieron la cara?

jueves, 22 de abril de 2010

Ecologia Chabacana

Hola!! (aaaaños de formación con mis profesores de español... si leyeran mi gramática, seguro que les daría el patatús - sí, también por eso-.)
Pues llegó el multi mentadísimo "Día de la Tierra" (en adelante, Día T).
¿Cual es la finalidad de conmemorar o celebrar el Día T? A nivel miqui maus, que es el nivel en el que percibo la mayoría de las cosas, opino que ha sido inventado para calmar a varias conciencias que no tienen la mínima intención de cambiar. O, dicho de otra manera: Pan y Circo a nivel mundial.
No me voy a hacer el hígado frappé nomás de platicar todas las barbajanadas que se comenten (y cometemos) en perjuicio del planeta, ni tampoco diré que con tirar la basura en su lugar, o consumiendo productos "enviroment friendly" o vistiendo sacos de papa hechos de yute, en lugar de mi carísima blusa de Massimo hecha con fibras sintéticas, ya estoy a salvo de morir gustosa con todos ustedes en ésta bola de nata que es la Tierra.
Tampoco me daré golpes de pecho y condenaré masivamente a los "poderosos", por estar llevandonos literalmente al carajo; no renegaré de todas las acciones de organismos ecologistas, arguyendo que no sirven mas que para contaminar de muy diversas formas y para malgastar dinero. De veras que callaré mi bocota y no gritaré en la calle que si de veritas queremos mejorar el lugar en el que vivimos, habremos de convertirnos en comunistas o socialistas (da igual, da igual), me daré "manazos" en las manos (¿en donde más?) para no tipear consignas en contra de todo la humanidad, por crear lugares comunes en lugar de tener sentido común; tampoco me burlaré de los niñitos que hoy saldrán disfrazados de árboles, pajaritos, plantas, ballenas...etc, con banderitas y caritas de sueño, gritando: "Salvemos al planeta" mientras sus misses sonríen con benevolencia.
Y aún más: me sumaré al apagón masivo a las ocho treinta pe eme, con el fin de crear conciencia en los que, evidenetemente, no tienen, pero que yo no señalaré con el dedito, que finalmente mi madre me ha dicho que eso es de mala educación.
De verdad que yo quiero mucho a mi planeta y en lo que quepa, haré lo posible para que él no tenga queja de mi.
Pero sinceramente, ya estoy sumandome a la lista de nuevos colonizadores de la constelación de Orión, por que sinceramente, estoy convencida de que ya valimos madres, por muchos Dias T que se celebren. (Que aquí entre nos, no creo que sean muchos).
Lo siento.

sábado, 10 de abril de 2010

"VUELA VUELA", O "Lo que un día sin marmotas puede hacer en la vida de una mujer cuasi treintona"

Hoy anduve pegándole al forevereo. Y la neta es que mi desván está bien poblado de harta cosa -que dice Lalove: "sobrepasan los límites del kistch"-. Pero ps normal.
De las mejores épocas de mi vida, ni la primaria, ni la secundaria, ni la prepa se incluyen. De la Uni, lo único bueno que me dejó es un corazón roto y pegado "ene" cantidad de veces, tres buenos amigos (sí Pollo, sí estás incluído), ocho conocidos y 450 "¿quien era ese (a) wey?". Entonces, ¿cuales son esas "mejores épocas"? Puedo decir, a riesgo de sonar alienada, que las mejores épocas fueron las vacaciones de verano de 1993 a 1996. La razón: las viví y gocé en Querétaro, con mi prima Lluvia, mi noviecito Ovidio y su pandillita llamada "Los Chacales". Guauuuu!
Por aquel entonces, el rock aún no se había instalado del todo en mi CPU, me gustaban los básicos: Caifanes, La Maldita, La Lupita, Tacvbitos, y Bon y los enemigos del Silencio; lo que sí me pegaba y cañón -oh dios- eran... Magneto, Fey, Mónica Naranjo, El general..jijiji, Caló...jojojo...alguien llamado Sergio Blass (con su inimitable cover "siempre tiamare")Martha Sanchez...The Sacados y Gloria Trevi. ¡Sacrilégio!.
Piedad...tenía 13 años.
Luego vinieron terremotos (como los que predice Kno), hambruna, guerras y el mundo para mi cambió: alguien hirió mis sentimientos haciendo que me avergonzara de mi pasado musical y todo esto cayó sepultado al ritmo de: "...ice cream, taste good if you eat it soon..." (o sea, sólo por que es P.F) para NUNCA más volver a aparecer en público.
Hasta hoy.

...golpeando con las palmas, suena tremendo..."

Propongo el "Vive Popero 90´s"

sábado, 3 de abril de 2010

GLORIOSO SABADO

De chica, mis mayores placeres eran: tomar helado en "La especial de París", los scouts, las ferias del libro y de barrio, respectivamente e ir al Parque Hundido.
Hoy quise compartir tal placer con el buen Matius y la abnegada Marmota y debo decir que no estuvo tan mal, salvo el haber sufrido un asalto en despoblado por parte de la Congregación Nacional de Vendedores del Parque Hundido (SPSNC, por sus siglas en inglés) al pretender (y lograr) que pagaramos las colegiaturas de sus hijos de todo un año con serios aumentos a los típicos helados "de bolita" de a diez varos por piocha; o que decir de los colosales chicharrones de $25 peso. Pero el colmo del colmete fue que, en un momento berrinchoso de mi querube, nos encajaran un carrito de plástico con rebabas a ¡sesenta pesos! ¡¡o seaaaaa!!
Eso sí, Mateo estuvo muy feliz y todos lo fuimos al imaginar en lo rápido que "caería" al anochecer e ir a su cama (nada más alejado de la realidad...son las 11 de la noche y aún escucho los pasitos de mi hijo rebotando por todos lados).
El caso es que, volviendo a mi y mis añoranzas, el parque está mucho más equipado en los juegos de lo que estaba en mis días de infante. Los juegos de lámina y colores chillones han sido reemplazados por muy modernas y ergonómicas estructuras, lo que hace que los padres palidezcamos de envidia al recordar la época en la que sólo habia una resbaladilla, tres columpios y un cajón de arena apestosa. Y yo lo viiiiiii, yo lo vi. Observé a los padres trepandose discretamente en los juegos, mientras sus hijitos los veían entre extrañados y avergonzados.
El Matiu no. Él de plano pudo pasar de dicho trance por el simple hecho de que su madre está...