domingo, 13 de noviembre de 2011

Don't let me down, Lennon!


La noche del viernes fuí a dejar a mi hermano al Estadio Olímpico de CU, pues partió hacia su anhelado viaje de de-Generación.
Llovía y con la vista de topo que me cargo, pues venía rezandole a toda la corte celestial para que por favor me permitiera llegar con bien a mi destino o en su defecto, que cualquier aparatoso acccidente al que estuviera destinada a sufrir, fuera culpa de otro conductor y así poder pasar gratis unas noches hospitalizada en los mejores nosocomios del país (#AyAjá)
Ps ahí venía yo, toda tembleque, fume y fume Delicados/bien diferentes, cuando se me ocurrió sintonizar Mix FM (gusto culpable microbuseril).
La canción que estaban tocando era la sobadísima “IMAGINE” del buen Lennon.
Dicha rola no sólo se me hace de una chabacanísima ingenuidad, sino que además ¡la alucino! y tales juicios provienen de mi infancia terrible donde yo era la ñoñez andando (ok, aún sigo siendo ñoña pero ps eso es algo que JAMAS confesaré!) y me creía todo todo todo lo que saliera de la boca de los adultos. Amén de que me obligaron a aprendermela de memoria en 6° de primaria para cantarla como “despedida” de mi primer alma mater, el muy inglish Colegio Inglés Elizabeth Brock.
Y ahí me tienen, cante y cante la rola –que además la ensayaba en mi casa, con el disco original en acetato del mismo nombre, robado a mi tío Gustavo, o sea: ñoña, ñoña pero bien ratera, no?
Y haciendo especial énfasis en el “iuuuuujuuuu-uuuu” (ay dios, hasta con ojito cerrado y toda la pesca).
N’ombre, yo me sentía la próxima Lucerito en “Juguemos a cantar” o que mínimo en un viaje en camión con las gacelas del grupo Scout 137, me toparía con algún productor musical ávido de talento nuevo y cansado de artistuchas prefrabricadas como... no se, ponga el nombre de cualquiera.
Pero nel, la verdad es que la cantada no es lo mío. Pónganme a escribir un obituario pero no me pidan que cante porque, aparte que ni se y desafino peor que gorrión sordomudo, me da por posesionarme del papel y hacer bailecito y toda la onda.
Pero bueno, decía que venía escuchando la rola y dije: “ya vas, Lennon, te voy a dar chance de que me convenzas de una vez por todas de que es posible un mundo mejor”.
No se si fue porque en el trayecto me pasó de todo, desde mucha lluvia hasta acordarme que debía manejar con prudencia pues una marmotita bebé dormía en su camita, esperando mi besito de buenas noches, el caso es que ya traía el nudito en la garganta.
¿Qué pasa en este mundo que mucha gente ya dejó de soñar?
¿Dónde están los que algún día despertaron conciencias y prometieron hacer de éste un lugar mucho más acogedor?
Creo que sabemos la respuesta y que por respeto a su inteligencia (la suya de ustedes) no obviaré más en este tema.
Sólo quiero que conste en actas que cada canción que hacemos nuestra, cada libro al que desgastamos poco a poco con la mirada, cada sonrisa que provocamos –de ternura o de ironía-, es un paso que damos en pos del bien propio.
Y cuando uno se siente muy bien, pasan cosas buenas alredeor.
Como ese día en el que Lennon me dijo “...you may say I’m a dreamer, but I’m not the only one. I hope someday you will join us... And the world will be as one”
Iuuuuuujuuuu-uuuu.

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