sábado, 28 de abril de 2012

La Gatería para presidente (¡tuvieran tanta suerte, chulitos!)

Ejem, ejem...
Como podrán haber notado, queriditos míos, el día de ayer ni siquiera asomé un ápice de mi burbujosa personalidad por aquí.
La verdad-verdad es que tuve un día bastante"social", pues ya se me está haciendo costumbre el irme de cafecito con las amigas los viernes y de ahí "seguírnosla" hasta la salida de clases de los hijos para "continúarnosla" en casa de alguna de nosotras... todo un caso, lo se.
Así que sin que ello implique una lapidación pública, les ofrezco una disculpa por tenerlos en ascuas durante 22 horas exáctamente.
¿Que qué estoy haciéndo a esta hora por aquí? ¡Ni yo misma lo se!
Cuando me di cuenta, ya tenía a Mateo al lado de mi cama y al gato arriba de mi cabeza. Esta intromisión a mis hábitos nocturnos me hizo emberrinchar y abandonar mi aposento en busca de baño-agua-tostada de tinga, en ese orden, básicamente.
Y pues ya que Morfeo me hubo de abandonar feamente, decidí venir a cumplir con mis obligaciones para con todos ustedes, cosititas del señor.
Sabrán que estamos viviendo momentos de gran intensidad y acontecimientos históricos al por mayor, ¿cierto?
Sabrán también que ya se acerca el momento para "elegir" al próximo gato de los pinos, ¿verdad?
También es de su conocimiento que por más que le hagamos no quedará el candidato que todos los mexicanos merecemos, el que sacará milagrosamente a nuestro país del -ya no digamos bache- auténtico hoyo negro en el que se encuentra, el mero mero petatero, aquel candidato que representa a TODOS los intereses de ésta nación y galaxias circunvecinas, el ídolo de multitudes, señores: ¡El Santo, enmascarado de Plata!
¿Y todo por qué? Ah pus porque sencillamente colgó las siempreduran pa siempre. ¡Bu!
Así que sin el candidato que este país se ha ganado (o tal vez precisamente por eso) difícilmente tendremos un comentario a propósito de polítiquilla en este espacio.
No, no, no me insistan. Se que el nivel que se maneja en La Gatería la hace indispensable para opinar e informar en estos tiempos de campaña y elecciones que se viven actualmente, pero por la salud mental suya, mía, su de él, su de ella, será mejor no moverle o terminaremos agraviándonos, injuriándonos y lo que es peor, fusionándonos en apasionado beso intelectual y enamorándonos políticamente de quien no nos conviene.
Pues si, queridos menos cinco lectores de siempre, ya es tiempo de elecciones y PARA NADA pretendo influir en sus decisiones (líbreme Dios) pero lo único que sí les pido es que voten.
Voten y cumplan con el deber de todo buen ciudadano, total, a todos nos sigue gustando pintar con crayolas a estas alturas del partido.
Voten y hagan sentir su opinión. Y si piensan que "todos son iguales", pues es el mejor momento para candidatear a su compadre, a su comadre, a su movida, a su peoresnada, a ustedes mismos, en fin, a aquella persona que ustedes crean, merece el haberse bañado en domingo.
Y si al final del día el prep nos hace como su preposa gana le de, no importa. Ustedes ya cumplieron su obligación como ciudadanos y han dado un paso adelante hacia la mejora de éste paraíso tropical.
Se que mis maternales recomendaciones harán enchilar uno que otro ánimo y -ya los estoy viendo y oyendo- llegarán a mi mail mentadas y rechifladas. No importa.
Con que a uno le haya llegado el mensaje y vote, les aseguro que éste post tendrá su razón de ser.
Como siempre les comento: en nosotros mismos está la solución. No en el candidato, no en el partido. No en las "propuestas de campaña". En cada uno de nosotros.
Pues bueno, chaparritos, me les voy.
Cuando a una le da el insomnio, le da también por hacer llamadas obscenas y esta vez no será la excepción.
(Si la operadora les pregunta si acepta la llamada por cobrar, ustedes tengan la certeza de que soy yo y nos vamos a divertir un ratito. Traigo mi pijama de "Alicia in Underland" y mis pantunflas de conejo...)


miércoles, 25 de abril de 2012

Y, bueno.

Esto les parecerá una nevada en plena primavera, pero no, no es para tanto mis queridos menos cinco lectores de siempre.
Esto es como sacarse la espinita del diablo por haber posteado una reverenda porquería el viernes anterior. ¿La razón? Pues digamos que falta de inspiración + falta de concentración + falta de drama por contar = post feo.
Si algo ha caracterizado a éste apestoso blog de pacotilla es el hecho de hablar siempre con la verdad. Se sufre y se goza al por mayor, lo sabemos. Hay días buenos y días malos, también es conocimiento básico y universal. Es por ello que he decidido abrir mi corazón que más bien parecía caparazón  y netearles que... me la he pasado llorando un día sí y el otro también.
Les ahorraré los detalles escabrosos, sólo tomen en cuenta que aún sigo preguntándome cómo demonios a diosito -que todo lo ve y todo lo oye- se le ocurrió la inorgánica idea de que el ser humano necesita a otro ser humano para emparejarse, habiéndo tantos gatos, hamsters, perros, cuyos y hasta uno que otro tlacuache necesitado de amor, mimos y calor de hogar.
Pa pronto, sufro como Precious por crisis matrimonial. Olvídense en este espacio de la Marmota, pues amablemente me ha pedido que haga mutis de sus opiniones, manías, frases o su mera existencia en éste espacio. No más.
...
Pensandolo friamente, eso nos da ventaja como locales, ¿no es así?
...
Bueno, ¡ya está! Espero haber aclarado muchas dudas, me retiro a mis sepulcros a descansar, pues no es normal estar soñando despierta con que se pasea por la Av. Pantitlán, mientras el chofer maneja como loco y un pájaro gigante nos cobija bajo su ala.
...
Next!

viernes, 20 de abril de 2012

¿?


Estoy sentada en un café, tratando de emulara a J.K. Rowling mientras mis amigas platican y yo me empeño en concentrarme escribiendo La Gatería del día de hoy... pero no puedo porque un cuate me está haciendo ojitos y yo me estoy poniendo roja.
Ya he comprobado que soy pésima para ligar y/o dejarme admirar, así que tal vez opte por cambiarme de lugar.
Híjoles, cariños, la neta no puedo escribir nada decente por el día de hoy. Tal vez al rato... sorry.

jueves, 19 de abril de 2012

Reflexiones antes de entrar a terapia.

Sorpréndanse, queridos menos cinco lectores de siempre. A un día de que me toque "obligatoriamente" escribir y publicar, mi cerebro tuvo uno de esos raros chispazos mientras manejaba camino al psicólogo (imagínense nomás)
Bueeeno, tanto tanto como un chispazo de cuya incandescencia se desprenda un descubrimiento que asombre y cambie a la humanidad, ps no, la neta. Más bien lo tomo como un toque proveniente de las eternas maquinitas que pululan en Garibaldi y que hacen las delicias de chicos y grandes (y de uno que otro borracho, pa qué negarlo)
Pues como les decía, venía en camino a mi terapia de todas las semanas cuando, escuchando las sandeces de los spots publicitaros de los candidatos, me acordé que una vez en la prepa tuve una mejor amiga a la que le jugué chueco. Pero así, bien mala onda.
Resulta que a ella le gustaba un cuate al que apodábamos "Comadreja" y dicho vato le iba a las "Chivas" y además era metalero (¡Cámara! como si tal combinación fuera posible... bueno, al paso que van las "Chivas" hacia el precipicio, pos...)
En fin, que el tipo era toda un caso, tenía una cara espantosa pero por lo mismo, lo envolvía un aire misteriosón, como de "uy, reina, acércate y descubre todos mis secretos". Ándenles, así mero.
Pues nada, que el interfecto quería todo pero conmigo. No con ella. Conmigo.
Y bueeeno, palabras más, palabras menos, yo no podía corresponderle a sus requiebros porque, pues básicamente andaba con el noviecillo del que ya les he platicado.
Por lo mismo, dirigió sus pasos hacia otro corazón, palpitante y ciego de amor por él: mi mejor amiga.
Mi mejor amiga desde el momento en el que lo conoció, murió de amor por él (era la prepa, c'mon!) y obvio, se puso triste cuando él le dijo que yo le gustaba, pero después se alegró cuando aquel le dijo que si quería ser su chava.
Así pues, se hicieron novios y duraron un resto, es más, fuentes cercanas me han dicho que hasta se casaron, pero antes... yo le robé dos que tres besitos... y pues ella se enteró. Y por supuesto, dejamos de ser amigas (ay, ni aguanta nada... ¡gulp!)
Las cosas hubieran sido leves si "Comadreja" no hubiera rajado. Pero nop, parece ser que quiso vengarse de mi desprecio y en un arranque patriótico de sinceridad, le dijo a su amada el cómo, cuando y dónde nos habíamos dado nuestros kikos.
Desde ese día, supe que una maldición kármica había caído sobre mi.
Y siempre estuve temerosa y a la espera de que se manifestara. Cada relación que comencé, iba sellada con tan dramático sino.
No sé, estos días han sido raros y con violentas sacudidas (y no prescisamente hablo de los temblores, aunque también).
La fidelidad y su contraparte malévola han sido temas que andan en el aire, como corrientes eléctricas a la espera del chispazo final.
El chispazo final, toda la vida se define con un chispazo final...

viernes, 13 de abril de 2012

Evítame la pena.

Pues como ya se los había anticipado, me largué de vacas a la playa.
Empaqué ligero, pues sólo serían tres días a lo mucho, los suficientes como para que Matius agarrara buen color y yo no lamentara el hecho de olvidar blindar mis pies contra el sol.
Los días exáctos para soportar una situación que tarde o temprano estallará, pero que ahoritita ni tiene caso comentar.
El viaje comenzó con la épica batalla "rockeros vs gruperos" que ha caracterizado mi vida marital. Por culpa de mi estúpida narcolepsia, los "gruperos" ganaron pues no es fácil manejar en carretera bajo los efectos de mi coctel favorito: vextor y dramammine. Así que por esa vez, dejé que tamborazos y gritos histéricos de hombres bragados amenizaran la road movie de mi vida... ¡Dios!, ¡qué patético es éste género, me cae! ...
Ok, ¿saben qué?, tengo ganas de entrar en controversia, ¿cómo la ven?
Olvíden que les iba a platicar mis vacaciones, total: solo fueron tres días de sol, arena y mar -como canción de Luis Miguel-, una que otra revolcada en las olas, un piquete de abeja y la palma de mi mano derecha abierta, lo cual está volviendo loca a mi quiromántica.
Sí, dije que el género grupero es patético y lo digo con toda la mala leche que mis negras entrañas pueden soportar.
Me caga.
Los defensores de tal opción musical podrán decir que los pinches rockeros nada más se la pasan en el pasón, escribiendo cancioncitas que ni ellos mismos entienden (¿qué será eso de "anémonas de luz", Lencho?) y correteando por todo el escenario con el torso desnudo y agitándo la melena. Defenderán a ultranza los dogmas de dicho género, argumentando que "es música regional mexicana, la raiz de nuestra estírpe, la razón de ser de nuestro México, el sentir del pueblo" y -perdón por mi suajili- demás mamadas por el estilo.
Será lo que quieran y manden pero para mi no hay nada peor que un güey con voz de verdulero -con todísimo mi respeto para la banda verdura- berreando estrofillas carentes de métrica y rima, amén de algo tan sutil como es el ritmo, que lo mismo le canta a un caballo que se rompe el hocico, que a los plomazos que les dará a sus enemigos por andarse metiendo "con quién no debían" o a reinitas de tan suculento kilataje que los desprecian por no traer troca del año y fuete de patrón, pero que por lo mismo -y en el mismo verso endecasílabo- le juran "por esta" que cuando lleguen a ser "jefes de jefes", esas mismas reacias hembras les mendigarán con los escotes rebozantes, una segunda oportunidad.
Díganme por favorcito y por lo que más quieran qué demonios tiene de chida ésta música.
A lo mejor es que me he vuelto la persona más amargada del mundo y dejé mi sentido del humor en mi otro pantalón, pero no le veo lo sublime y subyugante a rolas que, a las claras, emplean un machismo hipócrita para enardecer a multitudes que difícilmente llevarán vidas o situaciones platicadas en dichas melodías.
Y bueno, para no dejar fuera a las damas: ¿por qué algúnas féminas gustan de las canciones que hablan de ser "la mera mera", "la jefa", "la gran señora"? ¿Es que acaso la batalla de los sexos ya ha llegado hasta tal punto que el único campo sin minar ha sido copado por versos donde unos las llaman "perras rabiosas" y otras amenazan con que "se las voy a dar a otro"?
Es difícil encontrar el punto amigable en éste post, lo siento. No puedo creer que el hombre que viajó a mi lado guste de tales rolas cuando yo lo admiré con su mata larga agitándose en los toquines, su bajo y su colección envidiable de discos de rock. Me es incomprensible ésta metamorfósis musical sin aparente razón o motivo y bueno, por el bien de la humanidad espero que sea una fase pasajera.
O lamentáblemente será motivo para prohibir tajántemente que el Matius acompañe a su padre a dar el rol en la troca porque, a mi no me hizo gracia que ayer me pidiera que le pusiera la canción de "...la muchacha atrevida, mami. La que dice: tubo que tubo que tubo..."
¡Pta madre!




viernes, 6 de abril de 2012

Viernes Santo.

Sí, ya se. No me lo tienen que andar restregando en la cara, fíjense.
Se que mis menos cinco lectores de siempre andan de vacaciones de Semana Santa y carecen de la necesidad de disipar su modorra laboral de todos los viernes con La Gatería. ¿Que cómo lo se? Ah pues muy fácil, no me han estado enchinchando por el feisbuk ni por el tuiter con sus: "¿Ya va a salir La Gatería?, ¿A qué hora sale La Gatería?, ¿Por qué no has ido a escribir La Gatería?".
¡Ay, de veras!
Pero yoooooo tengo la culpa, yo y sólo Yo. Eso me pasa por malcriarlos y darles gusto, ¡cab... que no fueran!
En fin.
Pues qué les platico, que éste viernes quise creer que todos los habitantes de ésta Ciudat estaban abarrotando las casetas y balnearios aledaños y que no habría ni un alma para entrar en la exposición de Botero en Bellas Artes.
¡JA, qué naïve!
Aquella muchedumbre obediente era peor que la cola de las tortillas, la cola para la Conasupo y la de los aspirantes al exámen del Ceneval juntas. Era una grosería, una broma macabra que el destino -y específicamente diosito que todo lo ve y oye- me estaban jugando. No pues qué esperanzas de alcanzar a ver las colosales dimensiones de las pinturas del colombianito aquél (y no es que sea "sacatona" para las filas, pero mi vasta experiencia en ellas me ha enseñado a que no es lo mismo enfrentarlas sola, con un buen libro o con un novio de frescos y apetitosos labios que con un Mateo muy azucarado y con pila recién cargada)
Total que dije "pero ésto no se queda así; aunque sea entramos al Museo del Policía y nos culturizamos porque nos culturizamos". Y enfilamos nuestros pasos al Munal.
Allí la exposición de Arte Flamenco nos esperaba para mostrar lo que Rubens, Van Dyck y compañía pensaban de "La pasión de Cristo" antes de que Mel Gibson la pasara a perjudicar.
¿Qué les puedo yo decir? Como se los he platicado antes señores, el arte no es para entenderlo sino para sentirlo. Obedece a una necesidad de superación de espíritu, más que a una exigencia intelectual.
Así que lo único que puedo medianamente aconsejarles es que acudan a los museos y denles una oportunidad para que los sorprendan (y no me estoy refiriéndo a la sección del horror en el "Museo de Cera", eh?)
Al terminar el recorrido, como es natural, mi hijito ya pugnaba por realizar actividades que implicaran un poco más de quema de calorías, así que nos despedimos del edificio número ocho de la calle de Tacuba y emprendimos el regreso a casa. Antes, surtido de viandas en el Sanborns donde les recomiendo probar la tarta de limón.
Ok, dejaré de teclear necedades, al cabo que ustedes las leerán el lunes, cuando lleguen a sus destinos mientras yo estaré asoleándome con una "mimosa" en la mano en el destino pascuero por excelencia: Acapulpo.
Ciao!