DUELE VER QUE SIEMPRE TENGO LA INTENCIÓN DE ESCRIBIRLES, PERO CERO ENCUENTRO EL TIEMPO PARA TERMINAR LO QUE EMPIEZO...
Sí, señor ratero, sí puede llevarse mi celular pero déjeme escribo el post de hoy porque si no, mis menos cinco malvivientes lectores de siempre abandonarán la página...
No se cuantos se alegrarán de leer estas líneas que me están doliendo como clavos ardientes; si ya decía yo, debí poner más atención a ese repentino subidón de ánimo del que acusaba hoy por la tarde.
Claramente debí comparar mi inesperada energía de las dos de la tarde (cuando francamente a esa hora ya estoy subiendo y bajando a ver si ya está la comidita y gusgueándole al chef Don Armando una que otra frutita o escamoteándole unos totopitos, la neta) con aquella situación en la que me atasco de comida sin el menor empacho y al final término hiper dañada del estómago, con suero y mi hermano David regañandome al teléfono.
Sí, señor ratero, sí puede llevarse mi celular pero déjeme escribo el post de hoy porque si no, mis menos cinco malvivientes lectores de siempre abandonarán la página...
No se cuantos se alegrarán de leer estas líneas que me están doliendo como clavos ardientes; si ya decía yo, debí poner más atención a ese repentino subidón de ánimo del que acusaba hoy por la tarde.
Claramente debí comparar mi inesperada energía de las dos de la tarde (cuando francamente a esa hora ya estoy subiendo y bajando a ver si ya está la comidita y gusgueándole al chef Don Armando una que otra frutita o escamoteándole unos totopitos, la neta) con aquella situación en la que me atasco de comida sin el menor empacho y al final término hiper dañada del estómago, con suero y mi hermano David regañandome al teléfono.
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