domingo, 7 de mayo de 2017

CON ESTE POST COMENZÓ LA HISTORIA DE MI REGRESO LABORAL... (ESCRITOS ATRASADOS VOLÚMEN YAPERDÍLACUENTA)

La semana pasada hablé sobre la nulidad que a veces experimento como parte del gremio de las "mamás que no trabajan". Expuse de manera álgida lo que se siente no ser tomada en cuenta como ente que aporta valor y que es indispensable en el desarrollo de la sociedad. Puse el acento en el hecho de que somos casi invisibles... y como siempre me pasa, el destino tenía que venir a darme réplica y decirme "¡¿Ah si, chulita? ¡Pues vas!"...
Y que me citan para una entrevista de trabajo. La primera en no se cuántos años... ¡qué horror!
Cuando recibí el correo pidiendo mi confirmación a la cita eran las 02:20 p.m. Minutos más tarde me encontraba de regreso del cole con mis dos críos, pensando en qué se estaba tramando en la novela de mi vida. Muchas cosas pasaron por mi cabeza, menos las que en realidad me pasaron y que me pusieron entre la espada y la pared.
Resulta que al revisar el control de tareas del Mats me encontré con un recado de la subdirectora de su escuela, citándome al día siguiente a la misma hora que tenía mi entrevista. Y dos horas después, la maestra de Español también me citaba para discutir asuntos de matemáticas conmigo.
Ya comenzaban los conflictos; la Dana mamá que no trabaja se estaba echando un round rudísimo con la Dana promesa ejecutiva; un auténtico "quienvive" donde no se sabe en efecto quién vivirá.


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