Como si no bastara la úlcera que me ocasionó el organizar la fiesta de mi hijo Mateo, el día de ayer -¡cómo no!- hubo otra francachela para festejar al suegrito.
Los detalles, como siempre, los obviaré para evitar que cambien de página. La cosa es que tanta celebración, tanta "festividá" ha empezado a hacer mella en mi ánimo.
Sí, se que soy sarcástica. Se que empleo el sarcasmo como el único medio viable y pacífico para decir lo que no me gusta o lo que me molesta al minuto.
Pero ahorita vengo cargando con un fardito de insatisfacciones que han revuelto mis ideas como un chivo en cristalería.
Es tanta mi desorientación -algo así como cuando le tusan los bigotes a un gato- que empiezo a dar patadas de ahogado y el ¡resultado es deprimente!
En unos minutos previos, mi descontrol me ha llevado a visitar páginas porno, a consultar mi historial de la universidad, a revisar mi facebuk sólo para descubrir que no tengo veintipico años (y por esa razón me siento como cuando los ñores cambian de "modelo" como de calcetines) he visto dos veces el mismo capítulo de "The Good wife" y he comenzado a buscar empleo.
Sí, dije bien: he comenzado a buscar empleo.
Este post se llama "After party" y así es como me siento en éstos momentos; como si estos últimos cuatro años hubiese estado en una fiesta contínua. Una de esas fiestas en donde abunda de todo, loca y salvaje.
Y pues ya.
Mi mente dice "basta de parrandear"
Y sorprendentemente mi corazón también le da la razón.
Los detalles, como siempre, los obviaré para evitar que cambien de página. La cosa es que tanta celebración, tanta "festividá" ha empezado a hacer mella en mi ánimo.
Sí, se que soy sarcástica. Se que empleo el sarcasmo como el único medio viable y pacífico para decir lo que no me gusta o lo que me molesta al minuto.
Pero ahorita vengo cargando con un fardito de insatisfacciones que han revuelto mis ideas como un chivo en cristalería.
Es tanta mi desorientación -algo así como cuando le tusan los bigotes a un gato- que empiezo a dar patadas de ahogado y el ¡resultado es deprimente!
En unos minutos previos, mi descontrol me ha llevado a visitar páginas porno, a consultar mi historial de la universidad, a revisar mi facebuk sólo para descubrir que no tengo veintipico años (y por esa razón me siento como cuando los ñores cambian de "modelo" como de calcetines) he visto dos veces el mismo capítulo de "The Good wife" y he comenzado a buscar empleo.
Sí, dije bien: he comenzado a buscar empleo.
Este post se llama "After party" y así es como me siento en éstos momentos; como si estos últimos cuatro años hubiese estado en una fiesta contínua. Una de esas fiestas en donde abunda de todo, loca y salvaje.
Y pues ya.
Mi mente dice "basta de parrandear"
Y sorprendentemente mi corazón también le da la razón.