Yo tenía diez perritos...
No, en realidad no tengo uno, mucho menos diez. Es que no se cómo empezar a describir el nudo en la garganta que tengo atorado desde el martes.
Resulta que mi mayor placer en la vida es leer (sí, dije el MAYOR, imaginen lo aburrida y poco hot que soy).
Ya he disertado mucho al respecto, he elaborado numerosas tesis y monografias acerca de cómo mi sacrosanta y gateriomnipresente madre me inculcó tal hábito (y no, no fue a punta de nopalazos y demás métodos salazaresco) llevándome a la eternamente divertida Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil desde, prácticamente, siempre.
Tonces, no es raro que mi malograda imaginación se decante con historias de aquí y acullá, dejando generalmente un márgen para mi muy peculiar interpretación.
Tal fue el caso de la saga "Harry Potter" *aquí Dana empieza a llorar y a moquear sin razón aparente, dejando perplejos a la mitad de parroquianos del ciber café*
Cómo les decía, "Harry Potter" (en adelante "HP") ha sido motivo de numerosas manifestaciones de diversa índole. Desde un fenómeno editorial hasta amenazas para iglesias de lugares alejados de la civilización.
Pero eso no me importa, porque para mi HP es como cuando de niño te inventabas amigos imaginarios: eran una compañía constante e incondicional. Sabían cómo levantarte el ánimo, cómo inspirarte y cómo nutrir tu mundo interior, aquel que te define como individuo y permite que te relaciones con el resto de la humanidad.
Si el público en general no comparte mi sentir, la verdad es que lo siento. Lo que quiero explicar es que HP es como esa cosquilla que los creyentes llaman "fe" (¡Sacrilegio!)
En la época que mi mamá tuvo a bien comprarnos el primer libro, mi vida era poco menos que ir a la universidad, medio trabajar en una profesión que poco a poco me revelaba sus secretos pero que también me mostraba su lado duro (soy abogada) y medio tenía una relación que medio me llenaba.
Así que "HP y la piedra filosofal" junto con mi gato Toris, (y obvio, mi familia) sumaron puntos para enriquecerme en ese preciso momento en el que tanto lo necesitaba.
Y su lectura fue tan agradable, tan tersa, suave y deliciosa (oh por Dios, así o más nerd) que el segundo libro y el tercero y el cuarto y el quinto, fueron poco menos que una droga poderosísima.
Para el sexto libro ya había concluido la carrera, trabajaba en algo totalmente diferente a mi profesión y ps ya había cambiado de galán.
Conforme la trama de HP se fue volviendo más compleja, mi vida coincidentemente -no soy tan ingenua para asegurar que gracias a ello- también.
Tan es así que para el séptimo libro, alguien me acompañó día y noche en su lectura.
Ya no era la vida en casa de mis padres, ya no era un gatito lindo el que se acurrucaba a mi lado mientras leía (¡ni tampoco el galán! #Escándala)
Era Mateo, que nació unas semanas antes de que el libro estuviera a la venta.
Y sí, así como en el libro marca que HP tuvo que... (lean el libro), así también su servilleta ha tenido que crecer como mujer (y mamá y amiga y esposa y amante y shalalá)
Por tanto, el martes HP y yo nos dijimos adiós, con lágrimas y sentimientos encontrados. Tal como me tuve que despedir de mi soltería, de mis amigos de la Uni y de muchas costumbres BM (Before Matius).
Pero con la fime convicción de que, como cantaba Yuri, "siempre vendrán tiempos mejores"...
¡Hoy es un nuevo día y eso hay que celebrarlo!
3 comentarios:
ÁNIMO MI DANITA, NADA PODRA SUPERAR A HP, ENTIENDO QUE MARCO GRANDES ETAPAS DE TU VIDA PERO TIENES TODA LA BUCHACA LLENA DE RAZON, SIEMPRE VENDRAN TIEMPOS MEJORES Y DESPRENDERNOS DE AQUELLO QUE NOS DEJO TANTAS COSAS BUENAS ES DIFICL PERO DEBEMOS HACERLO.
UN ABRAZO Y A LIMPIARSE LAS LAGRIMILLAS.... DANNY FDEZ.
Muy cierto, pero ya vez cómo me gusta tirarme al drama.
Gracias amiguita, acuérdate: bolsa y calendario a fin de año! jajaja!
Te quiero muuuuuuucho!!!
TAMBIEN BOLSA? YUJUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!
YO TAMBIEN TE QUIERO MUCHO, Y HA SIDO TODO UN PLACER REENCONTRARTE DESPUES DE TANTOS AÑOS!
DANY FDEZ.
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