Ya se que desde hace una hora dejó de ser domingo, pero aún no cambio la sensación de relax por la de pánico, angustia y franca hueva del día lunes.
Así que, mientras me dure mi "domingo mood", valdrá la pena que escriba lo feliz que me siento en casa de mis papás.No se qué sucede conmigo si años anteriores (bastantes muy anteriores) yo moría por dejar ésta precisa casa, donde mi libertad creativa e independencia sentían un sofocamiento parecido al del metro Pantitlán a las 06:00 de la mañana.
Debe ser que cuando uno se avejenta, le empieza a entrar la nostalgia por el revival o de otro modo no puedo explicarme cómo es que soñé con mi amor de juventud (el de los trece años) y mi amor de los 25 años...
Cosas que sólo echándome un clavado a las fotos pude resolver.
Sí, porque cuando estoy en casa de mis padres gusto de revivir un poco mi pasado para -segíun los historiadores- entender mi presente y mejorar mi futuro.
Pero ps creo que eso no aplica conmigo, puesto que soy muy feliz de tropezarme muchas veces con la misma piedra. ¡Y lo hago taaaan bien!
En fin, lo malo de éstos reencuentros mentales es que, lejos de dejarme varo, fama y popularidad efímera como les ha sucedido a los timbirichos, magnetos y caifanes, lo mío es tal que si a una herida le echaras chamoy y Tajín al mismo tiempo (arde, pero sabe BIEN rico).
Sí, estoy muy a gusto en estos momentos desmenuzando recuerdos y sintiéndome protegida en el nido materno. Creo que de vez en cuando necesito estos apapachos parentales: el sentir que sólo por unas horas, otro más se encuentra al mando y a cargo de las catástrofes orwellianas.
Digo, necesito estos cariñitos justo ahorita que estoy recordándote, pensando en ti, imaginándo qué estás haciendo y sobre todo, añorando esos ricos besos que nos dimos.
Porque a veces -sólo a veces- me gusta sentir que nada ha cambiado y que la chica que sonríe en la foto, con unos converse negros y lentes oscuros es la misma que ésto escribe.
A escondidas y rogándo porque tú no leas esto.
1 comentario:
hola pues yo no se a quien va digido lo que escribiste, pero en verdad se que sigues siendo la niña mosca y la niña veintitantos. siempre seras Dana y sienpre tendras un PH en mi corazon... el dia de ayer fue mi cumple y deseaba tu llamada, pero no llego, espero protno saber de ti... y mas pronto poder verte. si te vas de pinta al centro un dia de estos avisame, igual y por cuestiones del destino yo estoy ahi, como cuando recorrimos insurgentes norte... un abrazo...
WAR.
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