viernes, 11 de febrero de 2011

Romance a la Baja.

¡Pero California!
¡WAKA, WAKA!

Aparte de probar lo graciosa que suelo ser cuando me lo propongo, el título y primera línea aducen a un par sin igual. Amigos desde hace cinco y dos años, respectivamente, Lalo y Carlos (que es originario de La Paz, de ahí el título.... Ay, ¿cuando será el día en el que pueda prescindir de las explicaciones?) son para mi la mayor prueba de amor y cuidado que una pareja representa.
Honestamente, a veces suelo sentir "jarto" sentimiento encontrado y malsano cuando se postean canciones, imágenes verdaderamente encantadoras o cuando comparten  sus fotos donde muestran sus muy acertados regalos (creo que después de revelar mi lado L.B. jeffriesano, seguramente me eliminarán de sus respectivos feisbuks)
¡Son una lata para los humanos comunes y corrientes que carecemos de eso que ellos tienen de más!
 Pero bueno, adorados como son para mi, sabrán perdonarme estas indiscreciones y el que los tome de conejito de indias para dar una idea de lo que pienso del próximo San Valentín.
Hoy en el super di varias vueltas por la sección de las tarjetas. Para mi falta de sorpresa, aquello estaba atestado de corazones rojos, rosas y de todos los colores que gusten y manden.
Pensé: "¿cuando fue la primera vez que me enamoré?" e inmediatamente, como si se tratara de la biblioteca de Alejandría, archivos, datos, cifras y nombres acudieron a mi mente.
Sip, no puedo negarlo, ¡fuí MUY noviera!
Ojo, dije "noviera" y no zorra. Porque a mi, a mi, a mi lo que me latía (o late, ya ni se) es el romance. O sea, aquello donde pertenecer a una alianza donde el compromiso de jurarse fidelidad mutua sea el motor de bla,bla,bla y no andar brincando de petate en petate.
De veras que yo enamorada y casada con la idea del romance perfecto me ponía muy mal. No es que me queje de mis ex, es que creo que mi gran error en la vida es estar enamorada del amor (combinada con mi muy mentada distimia, debo aclarar)
No puedo describir la cantidad de cartitas, regalos, detalles y proezas que pusieron en juego mi integridad física que llegué a materializar, según yo "con tal de agradar al galán". Ahora se que las hice un 80% por amor a "YE", pero con un muy poderoso 20% de amor propio, de demostrar que nadie vive el romance de manera tan intensa como yo.
Bien, creo que tendrán que ir a preguntarles a cada uno de esos maravillosos chicos -con sus muy nefastas excepciones- si es verdad mi teoría o, si por el contrario, estoy pecando (again) de egocéntrica.
Eso si, debo confesarlo: la querida y vieja Marmota es cero romántico. O sea, le dará lo mismo si este 14 le obsequio un enorme oso de peluche  o un lápiz Berol del número dos.
Es detallista pero creo que sólo cuando se siente cómodo y no por imposición de fechas o sociedad.
Pero la verdad es que yo muero por eso que Lalove y Carlangas emanan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh yo tambien deseo un detalle este dia..... ni hablar, aunque no querramos siempre nos va a gustar!
danny fdez