jueves, 21 de junio de 2012

De noche con Los Búnkers...

Oh-oh-oh-oh, una nube negra cuelga sobre mi...
Pero no, la neta es que la frase tiene que ver con la aventura que Kry y yo vivímos el viernes en el Rock and Road de la Narvarte, acá en Ciudad de México (discúuulpen si hago aclaraciones de este tipo, pero SI nos leen en el extranjero, ¿eh?) En fin.
Quiero recordarles que quien esto escribe es una señora de su casa (?), la madre abnegada de un muy adorable Matius (Doble ?) y una respetable dama de sociedad (Y la tecla "?" se acaba de caer de la pura risa), así que el que yo me encontrara en un antro de motociclistas, bebiendo como cosaca y dándole gusto al respetable al grito de "chichis pa' la banda", debía ser un error de los gordos, una equivocación garrafal, un giro truculento del destino.
Por lo mismo, con todo y mis kilométricos tacones rosas, dimos paso al desenfreno y a la perdición tanto como nos lo permitió la noche y ¿saben qué? ¡salió de pelos!
Para que un concierto deje un agradable sabor de boca, se debe contar con
1) La banda adecuada: En éste caso, a quienes íbamos a hinchar de dinero con nuestra presencia eran nada más y nada menos que a Los Búnkers. Previo: Murphy (Bah!) y Los Melovskys (Uhhh!)
2)Tener noción de -mínimo- quince rolas para no aplicar el "mshshsj cuaaaaaando túuuu emssstsseeeé" que den al traste tu reputación de "rocker" (o al menos, de grupi noventera) De lo contrario, corres el riesgo de ser malmirada con ojos asesinos por toda la fanaticada (en ocasiones han logrado sacar al interfecto)
3)¿Ya tienes tu repertorio? No olvides  la compañía perfecta. Miren chicos, se que suena a cliché y que de tod@s mis amig@s hablo bien. Tengo la suerte de contar con amig@s con los que en diferentes etapas de la vida me han acompañado -y lo siguen haciendo-, por lo tanto, quiero que sepan lo muy importante que es Kry en mi vida. Lo es y mucho, por lo tanto ésta aventura fue idea suya y le agradezco que me sacara de mi anillo de moebius maternal para ponerme cara a cara con el reventón. Ambas somos abstemias declaradas, sólo fumamos tabaco (y mentolados, pa' variar) y no nos vamos con el primero que nos dice "sabrosas". Sí, pecamos de fresas, pero así somos felices.
4)El look: para mi es sustancial el lucir bien, pues suelo tomar estos "mommy breaks" muy en serio. Chance y en una de esas, encuentro al amor de mi vida que quiera cargar con mi esposo y mi hijo... jajaja... ok, no.
En esta ocasión, mis skinny jeans BIEN apretados, una blusa rosa a juego con mis pumps e infaltable chamarra de cuerhule negro me dieron mis cinco segundos de fama:  ser retratada cual si fuera Kim Kardashian, al bailar sensualmente "You really got me", al mero final de la tocada (Sigo suspirando por el fotógrafo, ¡caray!)
5) El lugar: Dios de mi vida, a menos que llegue desde las doce de la tarde a apartar lugar, o en su defecto, Cafe Tacvba toque en exclusiva para mi, nunca de los nuncas vuelvo a poner un pie en el "Rock and Road Pool and Bar" de Av. Cuauhtémoc. Qué falta de organización -y de espacio, agrego- para congregar a tantísima banda sin tener las condiciones para aguantarla. Con decirles que a la hora en que llegamos, aquello parecía el Metro Pantitlán a las seis de la mañana: hasta la madre. Nos tocó acomodarnos en el pasillito que conducía a los baños y durante largos minutos que se convirtieron en horas, maldije a mis zapatos rosas, tan chidos ellos pero hechos para una misión podosuicida.
Frente a nosotras se encontraba una mesita ocupada por dos chicos y una chica. Se veía que lo pasaban bien y que su botellita de tequila los tenía muy bien acomodados. De esas cosas de la vida, la chica y uno de los chicos se levantaron de su lugar, pidiéndo time out para ir al w.c., tiempo que aproveché para desobedecer a mi madre por aquello de no hablar con extraños y poniéndo mi mejor cara de damisela en apuros, pero con la firmeza de una mamá regañona, pedí amablemente al chico que sobraba que porfis, por lo que más quisiera, nos dejara sentar junto a él en lo que volvían sus comensales. Se hubo de sacar de onda y yo creo que hasta la palabra "galanazo" pasó por su cabeza, pero nel. La neta es que sin ese paro, hubieran tenido que sacarme con oxígeno de ahí. Muy amablemente nos ofreció una copa, pero como ya lo he descrito, K y yo somos abstemias (eso y que los antidepresivos no combinan ni con el volante, ni con el chupe) así que su ofrecimiento quedó en el aire y con cierta indiferencia permitió nuestra estancia en su mesa.
Pasaban los minutos, sus amigos ni sus luces. Por lo mientras, habíamos logrado ascender en la escala social momentánea al pasar de simples expectadoras de a pie a invitadas VIP en una mesa "de pista". Claro, a sabiendas de que en cualquier momento nos podían correr de esos lugares.
Total, que los amigos quedaron atrapados en la masa informe que aquello se estaba convirtiéndo. Los Búnkers se hacían de rogar y mi tolerancia me estaba poniéndo seriamente a prueba.
De pronto, luces, humo y música inundaron la atmósfera y ya no hubo espacio para nada más -literal, aquello estaba a reventar-, todos nos entregamos al momento en el que la música nos toma de la mano para llevarnos a lugares inimaginables, dejando atrás la cotidianidad, el sufrimiento momentáneo, el caos casual...
Y ¿por qué no? para rematar la noche ¡que se arma la pelea de borrachos!
No se cómo estuvo el rollo, el caso es que se empezaron a pelear justo enfrente de nuestras narices y entonces sí, supe lo que era amar a dios en tierra de politeístas. Mi teléfono recién estrenado salió volando. ¿Ustedes creen que se iba a quedar así? Noooo, que me lanzo cual Chuck Norris en cualquier película suya para rescatarlo y de paso, la botella de tequila del buen Alex.
Tal camorra sirvió para que K y yo apañáramos unos excelentísimos lugares y termináramos de ver el show completamente cerca, tanto que hasta intuímos que Alvaro nos coqueteaba descaradamente.
¿Qué faltaba para cerrar con broche de oro?
6)El valet parking: Ok, sólo quiero comentar que no es buena idea que los del valet dejen las llaves de TODOS los autos, a merced de una muchedumbre desesperada por salir de ahí. El riesgo de que te vuelen tu carro es altísimo. Por fortuna -y a pesar de que tardaron una hora en traermela- pudímos regresar en mi camioneta a casa.
Así fue, ni más ni menos, la peripecia de el viernes. Lo siento, no pude aguantarme a contárselas hasta el viernes, así que aquí lo tienen.
Y para no pecar de envidiosa, aquí les dejo una pic de lo que fue aquel día.
Besitos.
D




2 comentarios:

Anónimo dijo...

COMADRITA, QUÉ NOCHE TAN MAS GENIAL!! (EXCEPTO POR LA PELEA DE BORRACHOS Y TU CELULAR VOLANDO) MMMMHHH AUNQUE SI LO VEMOS POR EL LADO AMABLE" -COMO DIRIA EL CHAVO-, GRACIAS A ELLA TOMARON LOS MEJORES ASIENTOS VERDAD? OK, NI HABLAR, DIOS BENDIGA A ESOS BORRACHOS MALAS COPAS!
GRACIAS POR COMPARTIRLO, UNA VEZ MAS ME ALEGRASTE EL MOMENTO Y ME HICISTE OLVIDAR DE MIS PENAS Y CANSANCIO.
SOLO QUIERO ACLARAR ALGO, SI TU DECIDISTE NO ESPERAR A ESCRIBIR HASTA EL VIERNES Y ADELANTARTE POS ESE ES "TU PERRO Y TU TE BAÑAS" NO ME VAYAS A SALIR CONQUE MAÑANA NO ESCRIBES EH!!!
BESOS...DANNY FDEZ.

Anónimo dijo...

Jajaja, chin! No se, si mañana hay conexión Wi-fi a donde voy a estar, ps lo pensare. Besos comadrita, gracia por ser fancs Dana