martes, 10 de diciembre de 2013

U TURN.

No se que está sucediendo con la vida del dia de hoy.
Lo que parece un martes cualquiera (o en nuestro caso, un "lunes para perdedores"), de repente se ha tornado inquietante.
Ya alcancé a otear el caos mental que está por venir: la estructura de mi vida ha rotado unos 145 grados en los ultimos días y yo se que, sin mi rutina, lo unico que alcanzo a salvar en la crecida del río es mi sentido del humor.
Y como si "el universo estuviera conspirarando contra mi" (en lo que parece ser una ofensiva tipo "D day") el equilibrio danagatil ha comenzado a oscilar rápidamente.
06:00 A.M.
Despertador  sonando; mi sensual brazo estirándose para alcanzarlo y delicadamente estrellarlo contra la pared. Mala señal pues esto es tarea de la Marmota, quien mitad galantería mitad narcolepsia de mi parte, cada mañana realiza dicha operación.
Pero esta mañana dicha Marmota no se encuentra en casa y yo debo enfrentarme al primer round del dia: alistar al Matius, con el extra de ducharme y ponerme cara para llevarlo a la escuela (es lo malo de no confiar en la belleza natural, ¡chihuahuas!)
07:15 A.M.
Dana e hijito trepados en la camioneta -noten que vivo a escasos 10 minutos de la escuela- y yo ya vengo totalmente absorta en la consabida histeria matutina y colectiva, dialogando conmigo misma mientras no se qué carámbas canta el Matius atrás..."tengo que pagar la colegiatura, tengo que hacer el super, que el  niño no olvide el lunch...que agarre bien su maquetita que no entregó ayer...¡pero cómo la va a entregar si no fue a la escuela!...no olvidar su justificante médico...que no se me olvide darle su medicina...¿le dejé de comer a la Peluss?...este ruido no lo traia ayer, debe ser el clutch...no puede ser el clutch porque es automático...¿o no?...ay ese babas ya se quedó en medio,  qué bueno, por pasarse el alto...¿si le dejé de comer al gato?... adiós mi  cielo, besitos, pórtate bien... ¡No le di su medicina!  FUCK!
07:35 A.M.
Ejercicios de respiración...inhalo....exhalo... Creo que después de todo, me merezco un café.
Momento de debilidad número 21
¡Epa, qué sucede! Estoy en el Starbucks de siempre, clamando por un poco de normalidad en mi día y me encuentro que han cambiado a los baristas. Estos nuevos muchachitos no saben que si me dan el machiato con leche normal y un solo shot de cafeína,  acabaré por irme a la barranca, ¡maldiciendo eternamente mi intolerancia a la lactosa! Y para colmo-y esto es lo espeluznante-, se llevan de a cuartos con las personas que están delante de mi. Oigan, apenas el jueves vine, no es posible que en un fin de semana las cosas cambien radicalmente...oh, esperen...
Hago un recuento rápido de los últimos dias...
Si, las cosas sí cambian. El universo (el mismo que me asusta con sus conspiraciones arbitrarias) está en continuo movimiento.
Y parece que yo nomás no aprendo la lección, ¡caray!
Casi concluyendo el año,  la vida me ha mandado a extraordinarios  otra vez y ¡miren que yo se del tema!
Reflexiono un momento: ¿que tal que las cosas siempre han sido como son y yo he tratado de adaptarlas a mi realidad? ¿Es esto cierto? Y si lo es ¿de qué manera lo voy a enfrentar?
Ni mil cafés bien preparados me van a devolver la paz interna ni el confort.
Es hora de moverse al ritmo y timin del universo.
¿Será ésta la prueba final? ¡Cómo saberlo!
Con suerte, quizás alcance a graduarme este año...
Feliz martes, queriditos míos.
....
¿Si le dejé comida a Peluss...?

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