viernes, 3 de mayo de 2013

Ojos de búho.

No se lo digan a nadie, pero justo en este momento, La Peluss está siendo víctima de un cortejo gatuno y no deja dormir a nadie en el vecindario.
Temo por que algún vecino gruñón y furibundo le deje sentir todo el peso de la ley de condóminos, artículo cuarto, párrafo dieciocho.
Juro qué mañana la llevo a esterilizar. Ya, no más prórroga.

Por lo pronto, estoy sin poder pegar el ojo, con el riesgo de tener que asaltar el referí para poder conciliar el sueño...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya ves como hasta para eso los gatos son molestos??? assshh comadrita ya mejor deja que eñ galán de la lleve!
Danny Fdez.

Dana dijo...

jajajaja!!! No lo había leído, morí de la risa!!