viernes, 29 de junio de 2012

LA (no tan) CHICA COSMO.

El sexo y las mujeres encueradas siempre han sido tema tabú.
A muy pocas féminas se les ha permitido que expresen abiertamente lo diestras que son en el Arte de Amar (*suspiro) y esa reflexión es suficiente para no ahondar (y ahogarnos, además) en ese tema que nos hará desgreñar a uno que otro puritano.
Pero ps como éste es mi blog y nadie me da un centavo para escribir a favor o en contra en tal o cual cosa, les platico brevemente un capítulo más de mi vidurria.
Muchas personas han conocido en primera persona mi obsesión con las revistas, periódicos y libros (entre otras cositas, pero que no vienen al caso) y los millones que la industria editorial ha ganado al tenerme como clienta frecuente.
Ni hablar de quién diablos fomentó, alentó y ha patrocinado mi vicio, pues un añito en terapia me ha enseñado a que debo dejar de culpar a mi santa madre por TODO lo que me ha pasado en la vida (¡ay, exageran de veras!) pero efectivamente, cuando de niña te compran libros "infantiles" tan ¿surrealistas? como el sombrio "La fiesta de Juan Calabaza", no se puede esperar mucho de una, mas que se le siga rindiéndo culto a lecturas tan diversas que van desde el suplemento de comics del Excélsior los domingos hasta si, la revista de mujeres liberales, liberadas y harrrto glamourousas, "la biblia" de toda chica que se respeta, la infalible revista "Cosmopólitan"... aplausos.
Hubo una época en la que prefería comer lechuga todos los días antes que dejar de adquirir "mi revista".
Cosmo fue, desde que aprendí a leer, una especie de lectura prohibida pues en aquellos lejanos años Ochenta, sus gráficos y contenidos se destacaban por presentar a las mujeres en una especie de revolución femenina en paños menores y a través del ejercicio sano de la vida sexual. Obvio, mi santa má no me dejaba a solas con semejantes lecturas que pudieran corromper a su querube, pero una se da sus mañas.
Así, desde temprana edad sentí curiosidad por todo lo que tenía que ver con ese específico universo femenino: chicas hermosas, de cierto nivel intelectual (en una época en la que mi máximo era ser secretaria -sin denostar a nadie, aclaro-.) con ropajes que sólo veía en Liverpool -porque mi mami era aún muy jóven para tales trapos- y una actitud de: "por un besito ni dos, a nadie castiga Dios. Un besito para John, Paul, George y quien se deje."
Cuando me tocó el turno de "crecer", ya mi mente se encontraba bastante perturbada y confundida, pues eran incompatibles todos mis intereses. Por un lado, quería ser una hippie desgraciada de vocho descapotable y huaraches marca Gucci (los famosos "guaraguchis"), pero por otro, quería ser esa poderosa afrodita que con lipstick rojo controlaba el universo.
En un evidente volado, ganó la chica cosmo por encima de la intelectual soñadora. Después de sellar un pacto con el diablo, me dediqué a llevar paso a paso todas las bonitas enseñanzas que emanaban de aquel libelo, que lo mismo hablaba de "Cómo llevártelo a la cama sin perder tu dulce cara" hasta "Cómo LOGRAR que te proponga matrimonio" (No bueno, recuerdo un titular buenísimo que rezaba: "Conviértete en su gatita sexual favorita"... ¡háganme el olvidado rechingado favor de siempre!)
Eran mis veintes, c'mon!
Después de unos cuantos años de serle fiel al estándar de la chica cosmo, comencé a darme cuenta que después de 24 números, las ideas se reciclaban y se publicaban sin vergüenza alguna. Nada cambiaba, los contenidos seguían siendo exáctamente los mismos: el "empoderamiento" de la mujer a través de la compra de accesorios tan caros, que francamente mis quincenas no alcanzaban ni para la mitad de lo que ahí se ofertaba. Sí, te enseñaban a coger, a modelar, a brillar y figurar en momentos clave, pero pues no era tan padre  (ni tan rentable) dedicar palabras a lo que "sucedía después" y si las había, eran tan superficiales que hasta te avergonzaba que te cacharan en el Sanborns leyéndola de a grapa (una bonita costumbre, ¿qué les digo?)
Caí en el desencanto de que "La chica cosmo" sólo quería hacer de ti una mujer consumista que le valía una pura y dos con sal lo que te pasaba después de comprar los trapos que te recomendaba, de acostarte con "el bombón" que te ligabas casualmente en un bar, en "jueves de martinis".
Y bueno, la verdad es que después de tanta fiesta, una termina extrañando el sabor de la soledad y la paz mental.
Muy tarde comprendí que no debía apostar por nada ni nadie mas que por la que quien esto escribe. Ya para ese entonces, otras lecturas ocuparon mi tiempo y relegué a la chica cosmo que hubo en mi.
Lo cual no quiere decir que me convertí en la más mojigata de las mujeres a la que la palabras "hombre", "pene" y "satisfacción" la asustan y es impensable repetirlas o escribirlas o...; juntas o por separado.
Me puedo considerar una treintona adorable, femenina y sepsi a la que una chispa de humor siempre la sacará del apuro más terrible, una mujer que decidió convertirse en madre y que por ende, su vida social se redujo a -3 en la escala de la diversión, o bien, una mujer que sabe que tantas facetas pueden coexistir en armonía, con o sin su permiso. Y sin necesidad de ser etiquetada ni como "chica" -ejem- ni como cosmo.

Es como todo en el acontecer humano:"... una vez que lo aprendiste nunca se te olvida. Así son las cosas en la pista de la vida" "Bicicleta" Café Tacvba, "Revés/Yosoy", 1999.






lunes, 25 de junio de 2012

¡Atrapen al cínico!

Pfff, qué finde, ¿eh?
Si no me las diera de madre respetable, les platicaría todas las cochinadas que procuré en mi fin de semana.
Ni modo, será en otra vida. Por lo mientras, en ésta les platico que después de un sábado hibernando en casa, con pizza y películas de Barney como únicas deferencias a la lluvia que no cedía, el domingo ya era hora para que el papá de Mateo hiciera acto de presencia y yo ¡por fin! pudiera tener un ratito de solaz y esparcimiento. ¿Y qué se me ocurrió para hacer de mi domingo uno inolvidable?
Nada más y nada menos que ir al cine. ¿Y cual película mereció mi atención? "Get the Gringo"... Aplausos.
Como ya les he expresado con anterioridad (y si no lo recuerdan ¿a qué esperar para re leer antiguos posts?) el cine es un acto de fe para mi. Podré tener muy buenas intenciones para ver películas "de arte" y claramente disfrutarlas, acariciarlas con la mirada y hacerles homenajes póstumos que van desde tomar cursos express de alemán, acercarme a la fotografía costumbrista, adentrarme al estudio de la comida japonesa, específicamente la de la prefectura de Shizuoka, de la región de Chübu y hasta contestar el teléfono con el típico "Pronto" italiano.
Pero la verdad es que también le hago al cine comercial y no me da vergüenza admitirlo... sí, un poco, cuando la película es tan ambigua como la de anoche.
"Atrapen al Gringo" se exhibe en México en un clima de violencia hiper real, donde ya no es raro despertar con noticias como la de dos policías muertos en el aeropuerto de la Ciudad de México, o -ponga aquí el hecho sangriento que le ha tocado conocer- y con una soberanía que sólo existe en los libros de civismo del siglo XX, la película ya tiene un trecho ganado en el corazón del expectador.
La trama es simple: un delincuente de altos niveles, al que le tendremos simpatía pues Mel Gibson es como para amarlo toda la vida (what?!) está siendo perseguido por la poli de Estados Unidos, se le ocurre la brillante idea de cruzarse de mojado a nuestro país, la eficiente policía mexicana -retratada como corrupta y apestosa- lo detiene y para quedarse con la lana que se clavó, lo manda a una prisión bien sui generis, pero de peligrosísimo parecido con la realidad. Ahí se hace "amiguito" del chavito carente de figura paterna, quien lo adopta, lo ayuda y al final, se salvan mutuamente, entre balazos, corruptelas y primeros planos de la cárcel "imaginaria" tan reales, que simplemente son compradas al instante por el respetable.
Independiéntemente del tono "chistoso" que la película maneja, de las situaciones inverosímiles (pero comprendidas perfectamente) y de actuaciones bien manejadas (una no sabe si cobijar bajo su seno a Daniel Jiménez Cacho o mandarlo a la chingada por ser el más cínico criminal) la película termina debiéndo por su final ñoño y harto predecible. Un ejemplo más de que la violencia en los medios, en la vida real, ya no sorprende a nadie y -por el volúmen de las carcajadas que arrancó en la sala- a todos ya deja indiferente.
Es como divertirse con las bromas pesadas que el chico malo te receta cada que te lo topas, una especie de síndrome de Estocolmo que nos hace consumir estos productos donde canciones, películas, novelas y lecturas ensalzan el modus vivendi de los malosos, comprenderlos -y ¡hasta compadecerlos!-
En fin, cada quién hace con su dinero y su tiempo libre lo que se le pega la gana, pero definitivamente leeré la "sipnosis" antes de dar mi apoyo tácito a toda esta situación que nos tiene hasta el copete.
¡ Ay no, el copete no!

viernes, 22 de junio de 2012

Los planes que sí se cumplieron.

Cuando yo cursaba la secundaria, mi máximo en la vida era estudiar la carrera que me permitiera escribir y ser publicada. Hice mis pininos periodísticos en "El Aguila", el periodicazo de la ESANS y lo único que mi cerebro alcanzaba a estructurar era para escribir acerca del "amor".
A los doce, trece, catorce años se puede estar enamorada del amor y no saberlo. O se puede estar ilusionada con la idea de compartir "algo" con "alguien" y frustrarse por no poder llevarlo a cabo.
Qué fácil sería si la naturaleza no jugara en nuestra contra, suprimiéndo las sustancias químicas que hacen aturdir nuestra alma y cedérsela a quien menos confianza tenemos, pero que más rico nos hace sentir.
Como decía, mi tirada en la vida era ser periodista, ser famosa, vivir sola y tener un novio que leyera mis escritos cual si fueran los diez mandamientos de Charlton Heston.
Como bien se han percatado, nada de eso pasó. Y lejos de sentirme anulada en la vida -y gracias a la terapia y al vextor- he entendido que nel, mi camino es hacer feliz al único hombre que me recordará como algo más que un número telefónico al que se le marca de vez en cuando o aquellos labios tibios que sabían a fresa.
Superar las metas, reales o imaginarias, que no llegan a su fin es un poco doloroso. Significa a veces el aceptar que no nos alcanzó la gas para terminar la carrera, o el resignarse a comprender que los entes humanos somos diferentes y que lo adecuado que eres para mi, no aplica de regreso para ti.
¿A dónde ir a poner la queja? Sólo que decidamos cantársela derecho al creador y vivir con la nube negra de por vida, lo mejor será ir aceptando lo que no estuvo en nuestras manos para lograr un paso que tal vez no era para nosotros.
A lo mejor sueno conformista, pero a la edad que tengo, de nada sirve pelearse con el pasado. Únicamente ensucio mi presente y de todas formas no habrá retorno.
Al renunciar a cargas tan pesadas -y tan absurdas- no solo aligero mi equipaje, también abro la ventana a nuevas perspectivas que se asoman tímidas, incrédulas de que yo las tome en cuenta. Son regalos extemporáneos al cumpleaños, pero que no dejan de ser significativos para mi.
Me he dado cuenta que hago esta misma reflexión una y otra vez y tal parece que es como si tratara de convencerme a mi misma de las decisiones que no me han logrado hacer feliz aún.
Pero como sabiamente me ha dicho mi prima Adrianita, hay que darle al tiempo su justo valor y nada más satisfactorio que el sentarte en tu nuevo sillón, al lado del hombre que has elegido para compartir tu felicidad presente, mirando entrar por la puerta el nuevo porvenir que te has trazado.
Con mucho cariño les deseo a todas las parejas que están iniciando una nueva etapa en sus vidas, que sean tan felices como lo quieran ser. El amor, la comprensión y la fidelidad son hechos ligados a la propia felicidad, la que vive en cada uno de nosotros y nos dice "levántate, eres afortunado de tener una nueva oportunidad para hacerlo de nuevo".
Que la voluntad de crecer juntos nunca los abandone.
Feliz viernes.

jueves, 21 de junio de 2012

De noche con Los Búnkers...

Oh-oh-oh-oh, una nube negra cuelga sobre mi...
Pero no, la neta es que la frase tiene que ver con la aventura que Kry y yo vivímos el viernes en el Rock and Road de la Narvarte, acá en Ciudad de México (discúuulpen si hago aclaraciones de este tipo, pero SI nos leen en el extranjero, ¿eh?) En fin.
Quiero recordarles que quien esto escribe es una señora de su casa (?), la madre abnegada de un muy adorable Matius (Doble ?) y una respetable dama de sociedad (Y la tecla "?" se acaba de caer de la pura risa), así que el que yo me encontrara en un antro de motociclistas, bebiendo como cosaca y dándole gusto al respetable al grito de "chichis pa' la banda", debía ser un error de los gordos, una equivocación garrafal, un giro truculento del destino.
Por lo mismo, con todo y mis kilométricos tacones rosas, dimos paso al desenfreno y a la perdición tanto como nos lo permitió la noche y ¿saben qué? ¡salió de pelos!
Para que un concierto deje un agradable sabor de boca, se debe contar con
1) La banda adecuada: En éste caso, a quienes íbamos a hinchar de dinero con nuestra presencia eran nada más y nada menos que a Los Búnkers. Previo: Murphy (Bah!) y Los Melovskys (Uhhh!)
2)Tener noción de -mínimo- quince rolas para no aplicar el "mshshsj cuaaaaaando túuuu emssstsseeeé" que den al traste tu reputación de "rocker" (o al menos, de grupi noventera) De lo contrario, corres el riesgo de ser malmirada con ojos asesinos por toda la fanaticada (en ocasiones han logrado sacar al interfecto)
3)¿Ya tienes tu repertorio? No olvides  la compañía perfecta. Miren chicos, se que suena a cliché y que de tod@s mis amig@s hablo bien. Tengo la suerte de contar con amig@s con los que en diferentes etapas de la vida me han acompañado -y lo siguen haciendo-, por lo tanto, quiero que sepan lo muy importante que es Kry en mi vida. Lo es y mucho, por lo tanto ésta aventura fue idea suya y le agradezco que me sacara de mi anillo de moebius maternal para ponerme cara a cara con el reventón. Ambas somos abstemias declaradas, sólo fumamos tabaco (y mentolados, pa' variar) y no nos vamos con el primero que nos dice "sabrosas". Sí, pecamos de fresas, pero así somos felices.
4)El look: para mi es sustancial el lucir bien, pues suelo tomar estos "mommy breaks" muy en serio. Chance y en una de esas, encuentro al amor de mi vida que quiera cargar con mi esposo y mi hijo... jajaja... ok, no.
En esta ocasión, mis skinny jeans BIEN apretados, una blusa rosa a juego con mis pumps e infaltable chamarra de cuerhule negro me dieron mis cinco segundos de fama:  ser retratada cual si fuera Kim Kardashian, al bailar sensualmente "You really got me", al mero final de la tocada (Sigo suspirando por el fotógrafo, ¡caray!)
5) El lugar: Dios de mi vida, a menos que llegue desde las doce de la tarde a apartar lugar, o en su defecto, Cafe Tacvba toque en exclusiva para mi, nunca de los nuncas vuelvo a poner un pie en el "Rock and Road Pool and Bar" de Av. Cuauhtémoc. Qué falta de organización -y de espacio, agrego- para congregar a tantísima banda sin tener las condiciones para aguantarla. Con decirles que a la hora en que llegamos, aquello parecía el Metro Pantitlán a las seis de la mañana: hasta la madre. Nos tocó acomodarnos en el pasillito que conducía a los baños y durante largos minutos que se convirtieron en horas, maldije a mis zapatos rosas, tan chidos ellos pero hechos para una misión podosuicida.
Frente a nosotras se encontraba una mesita ocupada por dos chicos y una chica. Se veía que lo pasaban bien y que su botellita de tequila los tenía muy bien acomodados. De esas cosas de la vida, la chica y uno de los chicos se levantaron de su lugar, pidiéndo time out para ir al w.c., tiempo que aproveché para desobedecer a mi madre por aquello de no hablar con extraños y poniéndo mi mejor cara de damisela en apuros, pero con la firmeza de una mamá regañona, pedí amablemente al chico que sobraba que porfis, por lo que más quisiera, nos dejara sentar junto a él en lo que volvían sus comensales. Se hubo de sacar de onda y yo creo que hasta la palabra "galanazo" pasó por su cabeza, pero nel. La neta es que sin ese paro, hubieran tenido que sacarme con oxígeno de ahí. Muy amablemente nos ofreció una copa, pero como ya lo he descrito, K y yo somos abstemias (eso y que los antidepresivos no combinan ni con el volante, ni con el chupe) así que su ofrecimiento quedó en el aire y con cierta indiferencia permitió nuestra estancia en su mesa.
Pasaban los minutos, sus amigos ni sus luces. Por lo mientras, habíamos logrado ascender en la escala social momentánea al pasar de simples expectadoras de a pie a invitadas VIP en una mesa "de pista". Claro, a sabiendas de que en cualquier momento nos podían correr de esos lugares.
Total, que los amigos quedaron atrapados en la masa informe que aquello se estaba convirtiéndo. Los Búnkers se hacían de rogar y mi tolerancia me estaba poniéndo seriamente a prueba.
De pronto, luces, humo y música inundaron la atmósfera y ya no hubo espacio para nada más -literal, aquello estaba a reventar-, todos nos entregamos al momento en el que la música nos toma de la mano para llevarnos a lugares inimaginables, dejando atrás la cotidianidad, el sufrimiento momentáneo, el caos casual...
Y ¿por qué no? para rematar la noche ¡que se arma la pelea de borrachos!
No se cómo estuvo el rollo, el caso es que se empezaron a pelear justo enfrente de nuestras narices y entonces sí, supe lo que era amar a dios en tierra de politeístas. Mi teléfono recién estrenado salió volando. ¿Ustedes creen que se iba a quedar así? Noooo, que me lanzo cual Chuck Norris en cualquier película suya para rescatarlo y de paso, la botella de tequila del buen Alex.
Tal camorra sirvió para que K y yo apañáramos unos excelentísimos lugares y termináramos de ver el show completamente cerca, tanto que hasta intuímos que Alvaro nos coqueteaba descaradamente.
¿Qué faltaba para cerrar con broche de oro?
6)El valet parking: Ok, sólo quiero comentar que no es buena idea que los del valet dejen las llaves de TODOS los autos, a merced de una muchedumbre desesperada por salir de ahí. El riesgo de que te vuelen tu carro es altísimo. Por fortuna -y a pesar de que tardaron una hora en traermela- pudímos regresar en mi camioneta a casa.
Así fue, ni más ni menos, la peripecia de el viernes. Lo siento, no pude aguantarme a contárselas hasta el viernes, así que aquí lo tienen.
Y para no pecar de envidiosa, aquí les dejo una pic de lo que fue aquel día.
Besitos.
D




lunes, 18 de junio de 2012

Púrpura

...y entonces yo sólo sugerí cambiar de copas, tal vez el vino de él resultaba malo. Tal vez lo suyo era el veneno en estado puro y yo jugueteaba con las coletas de mi cabeza.
No supe nada después. El efecto "china poblana" comenzaba a hacer estragos en mis piernas, pero aún así logré arrastrarme. El viejo truco de siempre, causo lástima, ergo, se enamoran.
Pero no se puede sobornar al tiempo, no hay pago que sea suficiente para tan ávaro compañero. Mis desvelos y descuidos hacían bajar la tarifa y cada vez era mucho más difícil sacar provecho de la situación.
Pero ese día no.
Arrastrándo mi ser (que no mi cuerpo) pude desarmar al "Hombre de hierro" y juntos vimos lo que quedaba del anochecer. El silencio común nos hermanaba, ya no era "carne y suelo" para nadie, pero el desayuno demoraba y sus colmillos comenzaron a brillar. Estaba perdida. Como siempre.
Al final se deshizo el encanto -y el miedo-, pero nunca volví a sentir las dos cosas al unísono. Con lo que me gustan los juegos.
Quedará su herida expuesta, encontrará la causa y sentirá la ira trepando por sus huesos. Y yo estaré lejos. Tan lejos como vieja.
El tiempo, al fin, es un enemigo conquistable. Si le ganas la carrera... si le ganas la carrera...

viernes, 15 de junio de 2012

Chisme cachetón!

De un tiempo para acá he sentido que mi vida ya no tiene sentido. No en el sentido dramático del asunto, sino en un sentido práctico, digamos casi tautológico, en el que mis múltiples personalidades juegan a desquiciarme y yo ya no se cual es verdadera y cual no lo es (o bien, todas son verdaderas o todas son falsas)
Para ésto decidí hacer un auto análisis (bastante subjetivo, lo cual condiciona parcialmente el resultado) y como hasta aquí llega mi conocimiento de la filosofía kantiana (¡bendíto dios que ya no preciso leer más a Kant!), lo haremos a la mexicana. ¿Cómo? Mediante el muy socorrido y bienamado "CHISMÓGRAFO".
Aplausos.
A riesgo de que a ustedes les de un coma kistchesco o sufran una regresión nada grata a su adolido pasado, explicaré -para mis menos equis lectores del extranjero y/o galaxias circunvecinas- que el "Chismógrafo" en México es el precursor del Facebook, tan popular en nuestros días (pero no se lo digan a los Winklevoss, no vaya a ser que nos demanden también).
Tal herramienta fue muy útil en el ayer de unos cuantos para diseccionar la personalidad de los entes con los que se convivía a diario: los compañeritos de clase, vecinitos y -si las agallas te alcanzaban- hasta la del objeto de tu afecto.
Sin que yo quiera decir que el Chismógrafo es un invento 100% original mexicano (ya ven lo que pasó con la tele a colores, el Compayito y el concreto translúcido, dicho sea de paso) tal producto  ha sido la aportación más aplaudida por cientos de generaciones de nerds que, sin la necesidad del avergüence colectivo, han brevado la información del ser amado, para después usarla en su contra (sí, no olvido los malos ratos que cierto admirador me recetó cuando a mi se me ocurrió contestar a la pregunta "¿con qué detalle te conquistan?")
Desde el momento de su preparación (lo que podríamos llamarle "plan con maña") hasta las ansias malsanas con las ilusamente se rolaba, tal cachivache hará hoy su aparición en éste, su gustado blog de cosas que a nadie le importan. Y como aquí no se discrimina a nadie, quedan muy invitados para contestar las preguntas y pegostearlas en la sección de "Viboreos"... ¡Arránquense, muchachos! *Las preguntas fueron tomadas de "Yahoo adolescentes y pre adolescentes". Sí, una vergüenza total, lo se.


Nombre:   Dana Juárez Salazar
Edad o cumple: 31 años, 24 de septiembre
Ciudad de nacimiento: D.F. orgullosamente chilanga.
Color favorito: Gris
Cancion favorita: "Las Flores" de Café Tacvba
Cantante favorito: Fito Paez
Fruta favorita: Sandía
Actividad preferida:  Leer
Tiene(s) novio o novia: Una marmota
Pensamiento favorito: "Sonríe, sonríe, también el mundo ríe" Katy la Oruga dixit
Signo zodiacal: Libra
Te gusta alguno de tus contactos: Sí, estoy enamorada del contacto de mi cocina
Contacto del FB: Ah...
Quién?: ¿Quién qué? Dios, esto es peor que la hermenéutica francesa.
Que quién te gusta de tus contactos del FB?: Ahhhhh... ehmm.... seee!
Ke apodos tienes: Danagato, La niña gato, Gato.
Kual es tu perfume o colonia favorita: Perfume: "Chance" de Channel. Colonia: La Doctores.
Flor: No, ser humano
Quién te dió tu primer beso?: Gabriel
Primer novio: Israel de Kínder 1
Primer enamoramiento: Ups... Ovidio u_u
A qué edad? a los 14
Animal favorito: Gato
Lo que más amas en la vida: a Mateo
Lo que más detestas en la vida: la mentira
Quién te dió el mejor beso de tu vida? Ver respuesta de "primer enamoramiento"
Mejor amig@: suena a cliché pero... mi mamá.
Comida favorita: el Pozole, tacos al pastor, tortas de milanesa con quesillo, pizza de champiñones.
Bebida favorita: la Coca cola
A qué te dedicas: a transformar el oxígeno en dióxido de carbono
Película favorita: Ucha! "Lo que el viento se llevó"
Libro favorito: "Orgullo y Prejuicio"
Lo que nadie sabe de ti: humm... tal vez que aún me muerdo el labio inferior para dormir.
Peor oso: Ja, han sido tantos... 
Qué te hace llorar: saber que los seres más vulnerables sufren. Y pegarme en el dedo chiquito del pie derecho con la esquina de la cama.
Qué te hace reir: Una buena broma, el humor negro y el sarcasmo. O sea, nada.
Si tuvieras chance de pedir 3 deseos, cuales serían: Tener el título de propiedad de la luna, poder manejar un tráiler de Chihuahua a Campeche sin el clásico "mejoralazo" y escribir un libro tan chido como "Kafka a la orilla".
Mayor placer en la vida: a éstas alturas de la vida, dormir ocho horas seguidas.
Placer culpable: leer el "TV notas"
Gusto secreto: Pasar horas acariciando las orejas de mi gato.
Describe un momento ideal para ti: Neta? El momento cuando compruebas que tú también le gustas, sientes las mariposas en la panza y lentamente se acercan para besarse por primera vez. (o por segunda primera vez, asegún)

Ok, después de este ejercicio tortuoso de "sinceridad", he quedado más hecha bolas que el queso Oaxaca que vende doña Lencha en el mercado.
Perdí el punto, la objetividad y el tiempo, porque me les pelo a la clase de natación del Matius -la última del año escolar- y creánme, no quieren que me lo pierda (habría post depresivísimo y tirado al drama más pueril)
Así que, queriditos míos, los dejo. 
Beso, bye!


viernes, 8 de junio de 2012

Juay the Viernes?

Los viernes son días en los se me da mejor el flujo de ideas a través de la palabra escrita. Ya sea de aquí para allá (escribiéndo) o de allá para acuá (leyendo), en mi fuero interno siento que los viernes son así por que milenariamente se le han dedicado a la diosa Venus... y con eso que la tuvimos paseando frene al sol, pues...
Ya se que ha habido viernes en los que me escondo de mis menos cinco lectores de siempre. Las razones van desde un simple desayuno que se convierte en comida y cena/baile, hasta la sobadísima falta de inspiración para tejer ideas.
Pero ¿de dónde viene todo este jaleo por el día viernes y su connotación en mis letras? Ah, pues proviene de mi más tierna infancia, siendo esos días los aguardados para llevarme a la Biblioteca de México (la de Balderas), específicamente a la Sala Infantil, donde "Vicky" y "Eugenia" me estaban esperando para facilitarme libros, rompecabezas, pinturas, plastilinas. Todo un paraíso.
En lo que yo gozaba de dichos placeres, mi mamá (a quien por cierto felicito hoy, pues es su cumpleaños) se dedicaba a sus investigaciones de Tesis, hacía la despensa en la tienda del Issste de enfrente o simplemente leía una novela histórica, bucólica o política, de esas que siempre le han gustado.
La "Sala Infantil" agrupaba numerosos hot spots: estaba la sección para aprender a jugar ajedrez, la de teatro, la de lectura en silencio, la de juegos didácticos y la que marcó para siempre mi vida, la de "creación literaria".
Sin saber a ciencia cierta lo que catedráticamente era un cuento, la Sala Infantil tuvo la idea de que sus niños -ya para entonces eramos considerados como una pandillita- escribieran cuentos para ser leídos por otros niños.
A mi se me ocurrió contar la historia de una niña llamada Jessica, cuya pastoral vida era acompañada por dos animalitos (perro y gato) llamados "Jerry y Tom" (lo sé, era una niña ochentera caricaturizada) los cuales iba perdiéndo (para jamás encontrarlos) mientras daba paseos por el bosque. Al final de la historia, Jessica se consolaba de su duelo al encontrar "algo mejor", "una muñeca a la que le puso de nombre 'Selene'" ( (Op. Cit."Selene", Dana Juárez Salazar. Ed. "Sala Infantil" México 1987)
Y no conforme con haberlo escrito, tuvimos que ilustrarlo.
Algún día subiré fotos de mi librito, mi mamá lo guarda como algo muy preciado junto a mis dientes de leche y mi trenza de cabello.
Creo que de aquella niñita que escribía cuentos en bibliotecas públicas aún queda bastante.
 Sólo es cuestión de que le aflore la conciencia gremial...
Feliz viernes.