¡Oh dios! Tengo treinta minutos (bueno, veintiocho, de hecho..., ya saben, una que tiene que actualizar todas sus redes zoociales) que el H.H.H: Gobierno de la Ciudad de México me ha regalado para navegar en interné.
¿Y qué les platico? ¿Quéeee les cuento? Que me salió de imprevisto un viajecito al centro de la ciudat de México.
Mi travesía inició en Pino Suarez, donde la Marmota tuvo a bien aventarme del carro y acelerar con quemón de llanta y toda la cosa. Pero no importa, pues ya saben que como heroína de novela de Angel de Campo, el centro es uno de mis paseos favoritos ever.
Conforme mis ojitos se acostumbraron a la radiación UV que ustedes, chilanguitos, manejan, mi corazón latió apresuradamente y creí caer presa de un vértigo absurdo al notar que "algo" faltaba en el paisaje urbano.
Tardé cosa de diez minutos en darme cuenta que ¡no había ambulantes! Eso es una cosa que me llena de emoción, aunque se burlen queridos citadinos. El comercio informal será tema de doctrinas económicas en los foros de Davós y la rú, pero es algo con lo que estoy en contra. Sólo sirven para fungir como acarreados en los eventos del Pri, Pan, Prd y demás (y aquí se corta mi señal, no?)
Bueno, equis. Ya hablaré con más profundidad acerca del tema.
Como les decía, caminé y caminé con mi hermosos Loboutin de 15 cms. Partiendo plaza y patas pero ¡bueno!
Me solacé con lo obvios que son los guardias de Palacio Nacional con las gringuitas güeritas buenonas, me extrañé con ver un cerco de seguridad a un costado de Palacio como si aqueio fuera la embajada de USA.
Con éste calor, se antojaba un rico clericot en la Casa de las Sirenas y ahí dispuse cháchara sutil con un tipo llamado James. Charla muy amena y graciosa -para él- puesto que se la pasó hablando de lo "calientes" que son las mecsicanas. Of course, yo soy una muchacha, pues digamos "al tiempo", no peco de calurosa ni de polar (tal vez "bipolar") con lo cual tuve a bien dejarle claro que sus palabras no eran bienvenidas en mi mesa y que aunque fuera la copia pirata de Jared Letto, sus pulguitas no iban a brincar en mi tapete.
Total, que ya con la indignación propia de la plática, huí hacia la exposición temporal de la colección "Pago en Especie" de la Secretaría de Hacienda. Muy bonita, muy bonita.
La siguiente parada fueron las Librerías de Viejo, luego caracoleé por Madero y grande fue mi sorpresa al ver que es puro paso peatonal.... ¡Muero de la envidia! ¡Es hermoso!
Y bueno, ahora de regreso a mi realidad, regreso al Edomex, a mi casa fresca y espaciosa. Mi consuelo es que la higuera de mi jardín se ha puesto las pilas y ya están empezando a brotar los primeros frutos.
Mañana, que cumplo un año de haberme mudado para allá, empezaré la cosecha...
Feliz martes.
¿Y qué les platico? ¿Quéeee les cuento? Que me salió de imprevisto un viajecito al centro de la ciudat de México.
Mi travesía inició en Pino Suarez, donde la Marmota tuvo a bien aventarme del carro y acelerar con quemón de llanta y toda la cosa. Pero no importa, pues ya saben que como heroína de novela de Angel de Campo, el centro es uno de mis paseos favoritos ever.
Conforme mis ojitos se acostumbraron a la radiación UV que ustedes, chilanguitos, manejan, mi corazón latió apresuradamente y creí caer presa de un vértigo absurdo al notar que "algo" faltaba en el paisaje urbano.
Tardé cosa de diez minutos en darme cuenta que ¡no había ambulantes! Eso es una cosa que me llena de emoción, aunque se burlen queridos citadinos. El comercio informal será tema de doctrinas económicas en los foros de Davós y la rú, pero es algo con lo que estoy en contra. Sólo sirven para fungir como acarreados en los eventos del Pri, Pan, Prd y demás (y aquí se corta mi señal, no?)
Bueno, equis. Ya hablaré con más profundidad acerca del tema.
Como les decía, caminé y caminé con mi hermosos Loboutin de 15 cms. Partiendo plaza y patas pero ¡bueno!
Me solacé con lo obvios que son los guardias de Palacio Nacional con las gringuitas güeritas buenonas, me extrañé con ver un cerco de seguridad a un costado de Palacio como si aqueio fuera la embajada de USA.
Con éste calor, se antojaba un rico clericot en la Casa de las Sirenas y ahí dispuse cháchara sutil con un tipo llamado James. Charla muy amena y graciosa -para él- puesto que se la pasó hablando de lo "calientes" que son las mecsicanas. Of course, yo soy una muchacha, pues digamos "al tiempo", no peco de calurosa ni de polar (tal vez "bipolar") con lo cual tuve a bien dejarle claro que sus palabras no eran bienvenidas en mi mesa y que aunque fuera la copia pirata de Jared Letto, sus pulguitas no iban a brincar en mi tapete.
Total, que ya con la indignación propia de la plática, huí hacia la exposición temporal de la colección "Pago en Especie" de la Secretaría de Hacienda. Muy bonita, muy bonita.
La siguiente parada fueron las Librerías de Viejo, luego caracoleé por Madero y grande fue mi sorpresa al ver que es puro paso peatonal.... ¡Muero de la envidia! ¡Es hermoso!
Y bueno, ahora de regreso a mi realidad, regreso al Edomex, a mi casa fresca y espaciosa. Mi consuelo es que la higuera de mi jardín se ha puesto las pilas y ya están empezando a brotar los primeros frutos.
Mañana, que cumplo un año de haberme mudado para allá, empezaré la cosecha...
Feliz martes.
2 comentarios:
FELIZ PRIMER AÑO DE PUEBLERINA!
DANNY FDEZ
pues me da gusto qeu aun nos visites por aca en la ciudad, tambien quiero desearte lo mejor en tu primer año en el edo... pero bueno pasala increible... y recuerda que nadie sospecharia de una conejita...
WAR.
Publicar un comentario