¿Por qué será que cuesta tanto trabajo regresar al trabajo en lunes?
¿Quién fue el sádico que inventó el día lunes? Ya se que esta última pregunta fue bastante boba, es sólo que no atino a comprender por qué la gente le tenemos tanta aversión a los lunes. Si revisamos las estadísticas, se cometen más suicidios en lunes que en cualquier otro día. Si le preguntan a los niños sus pensamientos acerca de los lunes, les contestarán con una patada en la espinilla antes de soltarse a llorar. A los profesionistas, el simple hecho de regresar a la rutina del café, cigarrín y viboreada al jefe es algo que los pone en estado lamentable.
A mi siempre me han deprimido los lunes como me puede deprimir cualquier otro día.
Pero, como en casi toda regla, existe la persona que hace la honrosa excepción y en mi caso, mi hijo Matius es todo un optimista en potencia.
Podrá ser un gruñón para todo lo que gusten y manden, berreará seguramente si no le cumplimos sus exigentes demandas pero ¡a él los lunes lo ponen de muy buen humor!
Se despierta aventando los cobertores y cantando; brinca y hace cabriolas en la cama; enumera su lista de prioridades -desde cambiarse, lavarse los dientes y escoger un juguete para llevarse a la escuela- hasta finalmente subirse a mi camioneta a tocar el cláxon para apurar a su muy lento papá.
Y esta disposición suya a los comienzos de semana me hace sentir abrumadoramente mal, porque obviamente me tengo que trepar a su carro para no heredarle mis malos hábitos.
Como otras tantas cosas intrínsecas en mi, caigo en la cuenta que Matius es el único hombre que ha logrado -sin proponerselo- cambiarlas.
Y ni modo, a doblar las manitas y cantar a todo pulmón "Solecito, solecito ¿dónde estás?" para comenzar con ánimo ésta y todas las semanas que la máxima deidad existente me conceda para estar con mi hijito.
Benditos lunes, martes, miércoles... et al.
¿Quién fue el sádico que inventó el día lunes? Ya se que esta última pregunta fue bastante boba, es sólo que no atino a comprender por qué la gente le tenemos tanta aversión a los lunes. Si revisamos las estadísticas, se cometen más suicidios en lunes que en cualquier otro día. Si le preguntan a los niños sus pensamientos acerca de los lunes, les contestarán con una patada en la espinilla antes de soltarse a llorar. A los profesionistas, el simple hecho de regresar a la rutina del café, cigarrín y viboreada al jefe es algo que los pone en estado lamentable.
A mi siempre me han deprimido los lunes como me puede deprimir cualquier otro día.
Pero, como en casi toda regla, existe la persona que hace la honrosa excepción y en mi caso, mi hijo Matius es todo un optimista en potencia.
Podrá ser un gruñón para todo lo que gusten y manden, berreará seguramente si no le cumplimos sus exigentes demandas pero ¡a él los lunes lo ponen de muy buen humor!
Se despierta aventando los cobertores y cantando; brinca y hace cabriolas en la cama; enumera su lista de prioridades -desde cambiarse, lavarse los dientes y escoger un juguete para llevarse a la escuela- hasta finalmente subirse a mi camioneta a tocar el cláxon para apurar a su muy lento papá.
Y esta disposición suya a los comienzos de semana me hace sentir abrumadoramente mal, porque obviamente me tengo que trepar a su carro para no heredarle mis malos hábitos.
Como otras tantas cosas intrínsecas en mi, caigo en la cuenta que Matius es el único hombre que ha logrado -sin proponerselo- cambiarlas.
Y ni modo, a doblar las manitas y cantar a todo pulmón "Solecito, solecito ¿dónde estás?" para comenzar con ánimo ésta y todas las semanas que la máxima deidad existente me conceda para estar con mi hijito.
Benditos lunes, martes, miércoles... et al.
1 comentario:
LOS LUNES SON COMO LA PRIMER TORTILLA DEL KG DE TORTILLAS QUE UNO COMPRA, TODOS LA EVITAMOS Y QUITAMOS PARA TOMAR LAS DE ABAJO, ENTONCES YO SIEPRE ME HE PREGUNTADO: PARA QUÉ CHINGUETES INVENTARON LA PRIMER TORTILLA SI NADIE LA QUIERE? SIMPLEMENTE NO DEBERIA EXISTIR!
BESOS A TI Y A MATEO!
DANNY FDEZ.
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