Un día como hoy pero de mil novecientos setenta y ocho, nació un ser peludito que la naturaleza dióle por nombre el de "Marmota" (bueno, de hecho fueron sus padres y no, ni en sus peores pesadillas pensaron en llamar a su Víctorioso Iramesco hijo: "Marmota")
Pasó el tiempo -exáctamente dos años- para que Marmota conociera el Mar y se enamorara del vaivén de sus olas, compartiendo dicho momento con un hermano mayor.
A la tierna edad de ....mmmmm...pongámosle seis años, dió sus primeros pasos hacia la educación, de la cual saldría convencido de que era bueno para los números, no así para las fechas (y con lo cual explica el hecho de que siempre olvide minucias como mi cumpleaños)
La rebeldía que corría por sus venas lo impulsó a dejar a temprana edad la casa paterna para independizarse .....ehmmm.... digamos que dieciocho.
Durante ese tiempo, aplicaría la técnica de los gatos callejeros, que se van y regresan cuando están enfermos.
Dicho episodio fue un cuadro de varicela que lo postró en cama durante meses (de hecho fueron 15 días) y en ese tiempo, tuvo una revelación: Convertirse en el mejor bajista que éste apestoso mundo necesita.
Con influencias de Jaco Pastorious y John Entwistle, la Marmota (nup, nunca podrá ser "el Marmota"...se oye feo) creo varias bandas con las cuales recorrió los escenarios independientes de México; tal es el caso de la gira por los kíndergartens de la zona de Neza y aquella épica batalla de bandas en la ENEP Aragón (que curiosamente no entré, por tener clase con el maestro que me quitaba el aliento...ejem)
Contrajo nupcias por primera vez; entendiendo que el matrimonio no formaba parte de su naturaleza decidió dejar las cosas por la paz para -según él- jamás volver a intentarlo.
Con una estadía de un año en Tijuana y dos en Arizona, la Marmota regresó a México lindo y querido para conocer mediante el myspace a ésta, su servilleta, quien le hace la vida imposible un día sí y el otro también.
Casóse por segunda vez (a pesar de sus juros y perjuros) y estrenóse como padre por primera, de un chico listo llamado Mateo, dedica la mayor parte de su vida a trabajar, trabajar y trabajar.
Sigue tocando el bajo y sigue sin querer a los gatos (aunque en el fondo le gustan)
Fanático del Cruz Azul y enemigo de los Pumas, todos los días se pregunta cómo es que se casó con una fanática de los gatos, los Pumas, las fechas y la batería.
Y ese, amigos, es el misterio más grande que su marmotesca mente puede soportar.
¡¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!!
Pasó el tiempo -exáctamente dos años- para que Marmota conociera el Mar y se enamorara del vaivén de sus olas, compartiendo dicho momento con un hermano mayor.
A la tierna edad de ....mmmmm...pongámosle seis años, dió sus primeros pasos hacia la educación, de la cual saldría convencido de que era bueno para los números, no así para las fechas (y con lo cual explica el hecho de que siempre olvide minucias como mi cumpleaños)
La rebeldía que corría por sus venas lo impulsó a dejar a temprana edad la casa paterna para independizarse .....ehmmm.... digamos que dieciocho.
Durante ese tiempo, aplicaría la técnica de los gatos callejeros, que se van y regresan cuando están enfermos.
Dicho episodio fue un cuadro de varicela que lo postró en cama durante meses (de hecho fueron 15 días) y en ese tiempo, tuvo una revelación: Convertirse en el mejor bajista que éste apestoso mundo necesita.
Con influencias de Jaco Pastorious y John Entwistle, la Marmota (nup, nunca podrá ser "el Marmota"...se oye feo) creo varias bandas con las cuales recorrió los escenarios independientes de México; tal es el caso de la gira por los kíndergartens de la zona de Neza y aquella épica batalla de bandas en la ENEP Aragón (que curiosamente no entré, por tener clase con el maestro que me quitaba el aliento...ejem)
Contrajo nupcias por primera vez; entendiendo que el matrimonio no formaba parte de su naturaleza decidió dejar las cosas por la paz para -según él- jamás volver a intentarlo.
Con una estadía de un año en Tijuana y dos en Arizona, la Marmota regresó a México lindo y querido para conocer mediante el myspace a ésta, su servilleta, quien le hace la vida imposible un día sí y el otro también.
Casóse por segunda vez (a pesar de sus juros y perjuros) y estrenóse como padre por primera, de un chico listo llamado Mateo, dedica la mayor parte de su vida a trabajar, trabajar y trabajar.
Sigue tocando el bajo y sigue sin querer a los gatos (aunque en el fondo le gustan)
Fanático del Cruz Azul y enemigo de los Pumas, todos los días se pregunta cómo es que se casó con una fanática de los gatos, los Pumas, las fechas y la batería.
Y ese, amigos, es el misterio más grande que su marmotesca mente puede soportar.
¡¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!!
1 comentario:
Me gusta como escribes!
Felicidades retrasadas Marmota!
Danny Fdez
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