lunes, 25 de octubre de 2021

Santo Domingo.

 ¿Cuándo iba a imaginar que los domingos estarían llenos de masa para hotcakes, niño-oruga en su capullo hasta las 14:00 p.m., una pelota de "buncheems" impactando mi ojo a velocidades sorprendentes para objetos que no están destinados a ser golpeados por un bat de baseball (¡pero qué batazo de hit el de Alondra, la neta!) y cambios de macetas? ¡Y todavía hay gente que se atreve a criticar la maternidad ajena!.

A eso súmenle el improvisar disfraces de piratas, adornos de calaveras, una niña que berrea porque quiere llevar un pan de muerto familiar a la ofrenda de su escuela, un niño que prefiere ver videos de cocina a los de sus amiguitas en Tik Tok (o eso parece) y una casa que se niega a conservar el orden y la limpieza por dos segundos... (de los tambaches de ropa sucia ni hablamos), en serio, yo no sé qué haría con mi vida si tuviera tiempo para planteármela.

Cada vez siento que mi espacio personal se ve reducido a solo un chance de postear una foto con linda musica y decir "heeeey, what's up you!" y eso a medias, toda correteada por la agenda de un par de criaturas lindas y hermosas pero jodonas como ellas solas.

Bueno, bueno... tampoco es para tanto.

Digo, la vida ya se encargó de abrirme un hueco que solía ser el "tiempo de pareja" y por ahí de repente me escapo para ver mi serie sueca, la serie danesa a la que todavía no le agarro la onda y leer dos páginas seguidas de mis libros de buró.

A veces se gana cuando se pierde, ¿no?


No hay comentarios: