lunes, 15 de abril de 2013

PAJAREANDO.

¡Uf!
Luego de un fin de semana de revolcones emocionales, en este momento se me ocurre agarrar la compu y ponerme a escribir, ya lo saben: "No dejes para mañana lo que puedas bloggear hoy"
Y como mi cuerpo aún no logra acostumbrarse al horario de verano, piensa que está muy bien permanecer despierto a esta hora; total, apenas son las 11:30 p.m. y ésta muchacha aún tiene mucho kilometraje que recorrer.
Lo que me lleva al momento número 1 de éste post:
1.- SOY UNA LECHUZA: En algún punto de los 32 años que llevo de vida, leí cierto artículo donde describían a las personas como "alondras" o "lechuzas" según el momento del día en las que se sentían con mayor energía para realizar sus actividades normales. En el grupo Alondra se encuentran las personas a las que sin necesitar un shot de cafeína, pueden funcionar normalmente y no le ladran al mundo desde su status de Facebook. O sea, son aquellas personas que desde las 06:45 a.m. del lunes están actualizando sus redes sociales con mensajes positivos para animar a los miles de grinchs mañaneros que clamámos por cinco minutitos más, por favor.
Y por ende, la pandilla Lechuza somos aquellas personas que gustosamente podemos pasar la noche hablando por teléfono, horneando pasteles y limpiando concienzudamente el botiquín del baño, todo al mismo tiempo, mientras buscamos videos "chistosos" para saturar las páginas de nuestros contactos.
Ser una lechuza para mi ha traído momentos muy intimos -Uuuuuuh!- conmigo misma, pues es la hora en la que la mayoría en mi casa duerme (digo "la mayoría", pues aunque el Matius y la Marmota caen en coma apenas rozan su cabeza con la almohada, la maldita Peluss tiene la costumbre de entrar y salir sin parar durante toda la noche.) y yo puedo tranquilamente desanudar el pañuelo de mis pensamientos, observarlos y colocarlos en el lugar que les corresponde. Es un momento en el que puedo beber la taza de café más deliciosa, pues es la taza "de premio", la de la satisfacción por otro día vivido a plenitud. (Ah si, a mi el café ya no me hace ni madres... mi cuerpo ya es inmune a la cafeína.)
De noche, cuando todo está en calma y sólo se escuchan las respiraciones acompasadas, las lecturas son más intensas. De tal suerte que Ms. Elizabeth Bennet puede reflexionar con mayor profundidad sobre sus sentimientos hacia Darcy o simplemente José Arcadio Buendía toma fuerzas para pasar otros cien años de soledad.
También de noche, puedo extrañar mejor el sonido del mar...
Cuando el Matius nació se acentúo con creces mi condición lechucera, pues el terror de pensar en que dejaría de respirar en cualquier momento impedía que pudiera conciliar el sueño.
Para "matar el tiempo" me ponía a leer todo lo que me cayera en las manos, desde los flyers del supermercado hasta las etiquetas traseras de las latas de leche.
Y quiero pensar en que por ser lechuza y no por los tres litros de cafeína (en sus diferentes modalidades) es que me encuentro escribiéndoles en éste momento, je je je.
Lo cual me lleva al momento número 2 de éste post: (aquí imaginé que sonaba una campanilla o algo)
2.-NO VOY A PERMITIR QUE NADIE PASE SOBRE MI: discúlpen, disculpen en verdad el tomar la tribuna de este blog unilateral para ventilar chismes de lavadero, pero háganse a la idea de que alguien ya abusó de su confianza y ustedes dicen "¡Hasta aquí!".
Puede ser su familia, pueden ser sus mascotas o hasta el tendero de la esquina, pero hay ocasiones en las que un@ baja la guardia tranquilamente y los demás aprovechan para sacar su cinta métrica y tomarnos la medida.
Podremos o no darnos cuenta y podremos o no impedirlo, pero a todos nos llega el momento en el que un momento de reflexión nos aterriza y nos revalora  y ponemos a la gente en su justo lugar.
Así que, palabras más/palabras menos, a mi ya me colmaron el platito cuatro situaciones y a partir de este momento se me largan de mi conciencia. Bastante tengo yo con ser yo, como para andarme gastando la pólvora en infiernitos. Ya dije.

Y bueno queridisímos menos cinco alondros y lechuzos lectores de siempre, es todo por el momento.
Que tengan un inicio de semana de acuerdo a sus previsiones y nunca está demás agradecerles su fina atención a estas -sin pies ni cabeza- líneas.

Lindos sueños.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yujuuuuuuuuuuuuuuu agradesco tus momentos lechuzones como este!
a pregunta es: en qué grupoquedamos los "grinchs mañaneros que clamámos por cinco minutitos más, por favor"
Yo no soy ni Alondra ni lechuza pero ahhh que trabajo em cuesta despertar cada mañana!
P.d. No se si sea interesante comentarlo pero a mi, mi instinto protector y lechucero nunca se me desarrollo ni con el nacimiento del Matius 2, al contrario dese que el nacio asi como el Matius 1 y la Marmota caigo en coma apenas rozo mi cabeza con la almohada.
Bonita semana comadrita.
Danny Fdez.