viernes, 12 de abril de 2013

BÁILAMELA SUAVECITO...

Sobre mis experiencias contratando empleadas para las Boutiques destaco la vez que una chica en su solicitud de empleo, en el apartado de "Habilidades", escribió: "Saber bailar".
De entrada me sorprendió su inocencia al anotar una habilidad que seguramente la enorgullecía pero que estamos de acuerdo, no venía al caso pues yo buscaba cosas como "especialista en moda" o "sumar y restar"  (Bueno, hubo una chica que anotó en ese mismo rubro "Se usar la cortadora de jamón", c'mon!)
Y el hecho que ella se considerara hábil pa' la bailada habla de:
a) UNA MUJER CON INTELIGENCIA QUINESTÉSICA ó
b) UNA PARRANDERA
Y pues, no la contraté por el simple hecho de que no le gustaba el trato con la gente y en ventas, eso es básico. 
Fin de la historia.
Pero la cosa no acaba aquí, queridos menos cinco lectores de siempre; la cosa es que la mujercita antes mencionada SÍ -repito- SÍ tiene razón.
Saber bailar es una habilidad que requiere tener dos pies en opuesto, un sentido del ritmo superior al promedio de la población (porque todos juran que la cumbia es lo suyo) y un alto grado de desvergüenza total para atreverse a menear el bote en bautizos, fiestas de oficina (donde a todos sorprende el ritmazo que Lupita de Contabilidad se carga para bailar "Procura coquetearme más") y demás jolgorios que los mexicanos tendemos a protagonizar.
Aplausos.
Yo, yo, yo...confieso que me encanta bailar PERO que a últimas fechas, ya no se me da mucho.
Por qué será que si en mis años mozos partía pista e iniciaba el "eh!, eh!, eh!" mientras todos girábamos en una rueda mientras la concurrencia coreaba el "háganle una rueda a Juana", ahora parece que mis pies se niegan a seguir las indicaciones salserosas que mi cerebro intenta mandar. Y que no es cosa fácil, pues sin meternos en ambigúes acerca de géneros y estilos, la salsa es de los bailes que requieren un Diplomado en ingeniería espacial.
¡Mínimo!
Y es que saber bailar es sinónimo de una autoestima saludable, pues todo ejercicio aeróbico genera endorfinas, además de que ayuda a la gente a no ser tan torpe físicamente. Sí, dije que me encanta bailar, pero no dije que SEPA bailar.
Digamos que gusto de menearme al ritmo de la música de manera entusiasta.
Y si, me gustaba mucho salir a bailar. Sólo bailar.
Lo que me lleva a otro punto: La pareja de baile.
¡Ay dios, cómo se los explico sin pasar a rayar el corazón de alguien!
En mi repertorio amoroso ha aplicado la máxima de "Saber bailar no es sinónimo de saber amar y a la inversa", pues he de decirles que la mayoría de mis novios eran cero aptos para la bailada. La marmota incluída.
Y bueno, como hoy es viernes y quincena, seguramente habrá muchas oportunidades de salir a sacudirse el polvo y menear el esqueleto.
Les deseo un súper fin de semana movidito, con harto baile y fiesta.
¡Nos leemos la próxima semana!


1 comentario:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJAJAA COMADRITA: "un Diplomado en ingeniería espacial" QUÉ RISA.... A MI ME ENCANTA BAILAR Y CREO QUE SI SE HACERLO, AUQNUE LOS PASOS DE MODA NO ME LOS SEPA, LO QUE SI ES SEGURO ES QUE LO QUE BIEN SE APRENDE NO SE OLVIDA.
YO ESTOY MUY POBRE COMO PARA IRME A BAILAR ESTE FIN DE SEMANA, Y GRACIAS POR RECORDÁRMELO, HACE MUCHO QUE NO LO HAGO (AUQNUE A MI MARIDITO TAMPOCO SE LE DA) PORQUE CARAJOS NO TE VAS TÚ A MOVER EL BOTE Y NOS CUENTAS CÓMO TE FUE!!
BONITO FIN, GRACIAS POR HACERME REIR TANTO!
DANNY FDEZ.