jueves, 4 de abril de 2024

Lacrimosa.

 Tormentas que envuelven un planeta y lo devoran.

Truenos que terminan en agua.

Me arrojo con fuerza sobre la corriente eléctrica del viento.

Me elevo.

Siento que hay un dolor en mi garganta que me quema, ahí donde te perforaron.

Es difícil entender por qué ya no querías vivir.

Es difícil entender que no pudimos detener tu muerte, ni el tiempo, ni la escarcha que se acumulaba en tu interior.

Partes con la única playera decente que tenías, la que usabas cuando aparecías sobre el mundo y todos al verte dijimos “¡Su playera!

Traías barba… ¿por qué nunca me hice el tiempo para ir a rasurarte?

Mi decisión de no beber nunca no sirvió para salvarte.

De pronto ya no es gracioso decir “borrachazo, inconsciencia, borrachito, teporocho”, porque parece llevarnos a ti. Y yo no te veo ahí, yo no puedo ser sangre de banqueta, de fuente de parque público, de La Roma, de Boston.

Yo me estoy quedando quieta, ahí donde Kary me dijo que me quedara, sintiendo la tristeza, sintiendo el dolor para poder hacer cicatriz. Yo no sé si quiero hacer cicatriz. Porque lamer la herida es la forma de mantenerte todavía aquí.

Que me perdonen los vivos por mi infelicidad. Que me recojan en 3 días, me preparen un baño y me abracen y me hablen bonito porque extraño, porque anhelo y requiero esa ternura espontánea, esas formas cariñosas que no necesitaban introducción, ni explicación ni reciprocidad. Tan solo que me vieras y me hicieras tus voces graciosas… Era como saber que en cualquier parte del mundo donde tú estuvieras y yo llegara, ahí me iba a sentir querida por el simple hecho de existir. Por el simple hecho de haber nacido el 24 de septiembre de 1980 dentro de la Familia Juárez.

Kary tiene razón: cuando comienzo a razonar, paro la emoción.

Estoy razonando, mi mente está trabajando con cifras y hechos lógicos. He perdido la emoción, he dejado de llorar.

Estoy razonando, estoy consciente de que no estás porque has muerto. Estoy razonando que estás comenzando a deshacerte físicamente, estoy razonando que tu voz solo se va a escuchar en mi mente y a nadie podré describirle exactamente cómo es. Como “era”.

Estoy razonando.

Me estoy evadiendo por medio de la razón.

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