sábado, 10 de diciembre de 2022

Dame sencillamente...

 Hay dos películas de desastres naturales que me gustan de a montón: Twister y Dante´s Peak.

En ambas, las protagonistas son chicas recién divorciadas (o soon to be...) y mi teoría al respecto es que dicha condición les da fuerza en los momentos en los que se necesita traer la panza bien colocada para ejecutar.

Ha sido una semana con altibajos anímicos y se cierra de la peor manera.

Tenía mucho tiempo de no sentir una confusión de este tamaño, un nudo en la panza que me despertara de madrugada a querer vomitar los sentimientos fermentados del día anterior. 

Es complicado aplacar mi tren del pensamiento (que a estas alturas parece el rollercoaster del infierno) porque los estímulos externos le están ganando la batalla a mis ganas de permanecer en OM y trascender todo aquello que está lastimando mi ser. Y cuando se tienen criaturas hiper vigilantes y dependientes del ánimo de su cuidador primario (o sea, mis ratitas maldosas y compañía), es complicado sacar las lagrimitas lilli ledy y continuar dibujando perritos y gatitos como si nada; mi club de mamitas no me dejará mentir: si quieres comerte un chocolate, llorar o avanzar dos niveles del candy crush que te hagan sentir que vuelves a la vida, lo mejor será que te refugies en el baño.

Así que, bueno... en una prisión mental, con quiebre anímico, insomnio que trato de curar con café y galletas Oreo y las canciones de José José en Tributo, es que intentaré funcionar para no tener un fin de semana de mierda, para que mis pensamientos intrusivos no tengan la oportunidad de colarse bajo mis pestañas.

De algo sirvió anotarse en todas las quinielas del mundo Godín y mañana veré si continúo en la jugada o a lo mejor me voy al Sanborn´s a aplicar la de "-Señora, ¿esos niños que se están estrangulando son suyos?... -Monsieur, Je ne parle pas espagnol..."

Y huir con todas mis fuerzas a las revistas. 



 

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