viernes, 16 de octubre de 2015

CAFÉ CON CREMA... Y CIANURO.

Aquí es cuando maldigo el no haber estudiado ingeniería industrial en lugar de Derecho (¿notan cómo escribí "Derecho" con mayúscula e "ingeniería" con minúsculas? Licencias que se da una.).
Si hubiera estudiado ingeniería en estos momentos no estaría disculpándome como borracho empedernido (empedado pero es pleonasmo), jurando nunca más abandonar la escritura de este blog, pues en ese caso hubiera inventado una libreta usable en regadera y así tooooodas mis brillantes ideas que solo ocurren cuando estoy sola tendrían su registro, y yo tendría tema cada fin de semana de la misma manera en que si no fuera madre, tendría fiesta cada fin de semana; pero ya hablamos de los "hubieras" y pos ni modo, sin tema y con hijos es como ocurre el viernes...
¡Y qué manera de ocurrir, ¿eh?; uhhh, de fábula!
...
Mientras las neuronas se acomodan les cuento que la "embidia" me corroe.
No soy persona que guste de balconearse ni de ponerse de pechito, de tal manera que no diré las causas que han despertado al mounstro verde de la envidia. Diré que es inevitable ver cómo cosas lindas y buenas le pasan a la gente, mientras a mi solo me pasan la lista de cosas por comprar en el súper.
Pero vayamos por partes, ¿cómo es que hasta hace poco tiempo yo cantaba mis bendiciones y pululaba cual mariposilla de flor en flor, anunciando la primavera y de repente me hundí en el pantano de la desolación, maldiciendo todo lo maldecible? Ahhhhh pues supongo que el alma que me cargo es más negra que la de Belcebú y por ello, en vez de alegrarme por las alegrías de los demás, dejé que me invadiera ese gas venenosssssso que atontó mis neuronas (pobres, de por si atolondradas como son...) y me volvió un ente maligggggno que nada más anda escupiendo fuego, quejándose por los rincones y arrastrándose de panza por el suelo. Es eso o neta es que necesito vacaciones de todo y volver a reencontrarme con la buena mujer que se que soy... help me, me estoy volviendo mala.
Pero, ¿qué es la envidia, cómo se siente, a qué huele y de qué está hecha?
Científica y siempre al servicio de la comunidad ésta mala mujer se ha ofrecido como conejito de indias para diseccionar paso a paso tales preguntas y resolver un misterio más en esta calzada llena de ídems, de tal suerte que ustedes no, queridos menos cinco lectores de siempre, caigan en ese pútrido pantano y salven sus almitas buenas e impolutas. Dejen que yo, que ya de por si estoy condenada al averno, les muestre los efectos de tal pecado, al fin y al cabo ¡qué importa una mancha más al tigre! (Y de fondo se escuchan los ángeles y querubines cantando celestialmente "¡pecadoooooora... pecadooooora!")
Pos bueno...
La envidia comienza a bloquear el pensamiento en el momento que aparece; ese instante cuando descubres lo injusto que es el que alguien tenga algo que tú no y que solo por el hecho de ser tú, lo mereces más que nadie. Y puede ser que ni lo desearas o que ni siquiera te pasara por la cabeza, pero nada más verlo brillar en alguien más, despierta los instintos primitivos que has tratado de barnizar todos estos años a fuerza de leer la "Quién".
Pero una debe comprender que las cosas buenas no siempre le pueden estar sucediendo pues ya lo dijo Bon Jovi en "Como yio, nadie tiamado", que para aprender hay que caer, para ganar hay que perder y que él lo dio todo por ti, ¡chingao!
Y aprender que para mantener el equilibrio universal (y el pellejo a salvo) es necesario que TODOS ganen algo -aunque sea una sola vez en su vida-, es duro, más lo es para la niña berrinchuda que se acostumbró a tenerlo todo y de repente ¡bam! le nació un hermanito que la vino a destronar; no, para nada estoy hablando de mi y del Doctor Mitocondria, ¿cómo creen?, eso es tema cerrado en terapia...
Así que hoy, mientras dejo que se evapore el resto del veneno que me consumía, trataré de replantear mi existencia y de volver a mirar al mundo con los ojos tiernos e inocentes de un gatito, tal como lo hacía hasta ese repentino brote de envidia.
¡Que se llenen de triunfos, joyas y maridos guapos las demás! ¡Que se consigan a la vieja más buena, el auto deportivo de lujo y que beban chela sin empanzonarse los otros!

Algún encanto debe tener el comer sopa de col, andar en pijama todo el día y ver cómo crecen los madroños en el parque...

¿Que qué te envidio? ¿Sinceramente?...
Sólo el tiempo...

Sólo el tiempo.

¡Feliz viernes, ratas del mal!





3 comentarios:

Irene Díaz dijo...

Bon Jovi lo sabe todo! Jajajaja amé tuin! Qué te digo... A veces andar en pijama todo el día y disponer más tiempo no está tan padre, a veces también ataca la envidia y entonces te imaginas teniendo una vida ajetreada y te descubres imaginándote como cuidarías a tus chilpayates. Pero creó que nos va a llegar el tiempo de tener tiempo, y entonces no sabremos qué hacer con él (o con los chilpayates, según sea el caso). Y Don Arturo (mi Abue) un día me dijo que disfrutará hasta las caídas, porque el día que no sucedan las iba a extrañar. 😁 Seguro también nos envidian algo que no tendrán, así que tranquis, que todo está bien. 😘

Irene Díaz dijo...

Bon Jovi lo sabe todo! Jajajaja amé tuin! Qué te digo... A veces andar en pijama todo el día y disponer más tiempo no está tan padre, a veces también ataca la envidia y entonces te imaginas teniendo una vida ajetreada y te descubres imaginándote como cuidarías a tus chilpayates. Pero creó que nos va a llegar el tiempo de tener tiempo, y entonces no sabremos qué hacer con él (o con los chilpayates, según sea el caso). Y Don Arturo (mi Abue) un día me dijo que disfrutará hasta las caídas, porque el día que no sucedan las iba a extrañar. 😁 Seguro también nos envidian algo que no tendrán, así que tranquis, que todo está bien. 😘

Dana dijo...

Awwwwwwww, tuiiiiiin , eres tan sabia!
Gracias por aportar positivismo y felicidad a mi vida. Te quero!