Mi mamá es una mujer sorprendente.
Me dio la vida cuando tenía 19 años y desde el primer momento en sus brazos me sentí a salvo.
Me enseñó a ser feliz con lo que tenía y vivía en el momento. A su lado nunca sentí anormal el hecho de vivir con mi abuela paterna -aunque ello no fuera de su total agrado- y no tener todas las cosas que luego descubrí "eran comunes". Mi mamá me llevaba a sus clases en la Universidad y luego me dejaba corretear en Chapultepec bajo los árboles. Ahora se que su vida conmigo no fue fácil (sin carro, sin laptops, sin internet, sin dinero extra para caprichos del momento) y aún así me dio todo lo que tenia: su tiempo, dedicación, energía... De todo lo cotidiano que había, ella lo volvió una aventura.
Siempre ha querido más de la vida para mi y mi hermano, el Doctor Mitocondria; para ello se esforzó en trabajar y ser mamá de tiempo completo. No solo nos enseñó a trabajar por el dinero sino por pasión: para ella el Derecho es una necesidad orgánica tanto como respirar. "¿Tu mami es abogada?" eran preguntas que siempre me enorgullecía contestar (ahora no tanto porquen son el preámbulo para asesorias payless). Nunca faltó a ningún festival escolar mío o de mi hermano, nos transmitió su vena científica y librepensadora, nos llevó de viaje, nos llevó a museos, nos enseñó a leer con criticismo y aguante, nos dio lo mejor de ella...
Luego le crecimos y pues ni modo, vinieron los descalabros y sinsabores de sus ingratos y malagradecidos hijos.
Ella en lugar de victimizarse y preguntarnos "¿En qué les fallé?" ha preferido ser más lista y soltarnos dos que tres madrazos metafóricos (y también literales, ¿por qué no?, dejaría de ser una Salazar...), pero ni por ello hemos sentido que su amor ha cesado. Es súper generosa, la verdad .
Ahora que ya no vivo con ella, creí que la vería tejiendo chambritas o haciéndose pato en su casa, (que no lea esto último porque seguro me va a madrear -metafórica y literalmente- hablando) pero nop, la verdad es que sigue siendo una abeja afanosa, litigando y dando sus clases de Maestría en Derecho. ¡Así de fregona es ella!
Como mamá pienso que ha hecho una tarea excelente: no solo nos dio una familia, casa, comida, una carrera universitaria para mi y para el Doctor Mitocondria, nos ha dado su ejemplo y obvio, cuando sea grande yo también quiero ser como ella (sin las clases, porque la neta, yo no les tengo paciencia a "los jóvenes").
En fin, que esta semana estuvimos de manteles largos celebrándole sus 50 y tantos años y si ahorita me leen desde la comodidad de su laptop (or any gadget) sépanse que todo es gracias a esa Evita hermosa que me alentó desde chiquita a escribir, primero cuentos y fabulitas, posteriormente azotes adolescentes y espero que alguna vez un libro. No pierde la fe en mi o en mi hermano. No pierde la fe ni en la humanidad.
Si hubiera más gente como ella seguramente yo tampoco lo haría... pero no soy lo suficientemente buena como ella.
Ojalá algún día lo sea...
Feliz cumpleaños, mamáaaaaaaa!!!
P.D. (Sí papá, tú también vas a tener tu reseña...)
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