Mientras pienso en cómo decirles que Querétaro se ha librado (¡una vez más!) de contarme entre sus habitantes (lo se, lo se... algo tiene ésta bella ciudad, éste bello estado para que yo no viva allí ni por error), ando medio viendo/escuchando un videíto con un tal Kanye West, una tal Rihanna y un tal Pol Macarny... ¡¿Qué?! O sea, ya en serio, ¿se necesita tanto el varo, la publicidat, la fama como para llegar a tales extremos?. Cielos... ¿Qué dicen? ¿Que la canción tiene más de medio año y que por favor deje de andar mostrando indignación tardía que sólo demuestra mi total desconexión con el mundo de "la moda, la novedá"? (pausa dramática para confesar que escribí en un principio "desconección"... dios santo, ¡sólo tomen mi dinero y déjenme la dignidad!)
Pues sí, como les iba diciendo: que siempre ya no, olvídenlo (tengo muchas ganas de escribir cierto juego de palabras que vienen muy al caso con "olvídenlo" y cierto muchacho queretano, pero yo creo que lo dejaré así por ahora), táchenlo del calendario, bórrenlo de sus mentes y sobre todo, recuperen el aliento porque la pandilla Marmota se queda -repito- se queda en donde está. Aplausos para Marmota que nos hace ver como unos supinos imbéciles con nuestros respectivos conocidos pero pues así es esto de las gelatinas, unas cuajan y otras no y éstas definitivamente no cuajaron (oigan, esperen: ¿ya vieron el video donde Noel Gallagher obsequia su abrigo, muy caballeroso él, a una pobre mujer que tirita de frío a causa de su pequeña sobredosis? Buenísim... ok, prosigo).
Digo, Querétaro es una ciudad muy bonita, como señora bonita (omito el " y ociosa" porque amo mi yugular tal y como está) que no alza la voz porque no lo necesita, que no pelea en el súper por el último trozo de chambarete porque sería perder la compostura y ¡pos no!. Tal belleza no merece ser mancillada con la llegada de una calamidad como yo, carambas, si con lo que les pasó ayer en el Estadio de Santos ya tienen para andarse lamentando y yo todavía pretendo llegar como si fuera las diez plagas de Egipto juntas, corregidas y aumentadas, con toda mi idiosincracia mexicocitadina, con mis carcajadotas, mis miradas nada discretas y mi ya clásico "¡Muévete, pinc&%$# estorbo!" que sería expresado por avenidas tan hermosas como el Boulevard Bernardo Quintana o la muy querida Constituyentes, ¿qué acaso no pensaba lo que hacía?, ¿qué acaso no veía, maldita fue mi inconsciencia?
¡Ay, de veras conmigo! (oigan de nuevo: ¿qué onda con "Time to pretend" de MGMT? ¿Soy yo o es que he llegado medio siglo tarde a la música moderna? Ok ya, cierro paréntesis)
Bueno, básicamente eso es todo lo que les quería externar, ya pueden continuar con sus vidas hasta este punto en suspenso, perdónenme por haberles quitado valiosos minutos de su vida y unas considerables unidades de oxígeno producto de haber contenido la respiración al leer éstas líneas. Debo añadir que fue mi mamá la que prácticamente me obligó a escribir esta especie de "comunicado oficial" (cuando lean "comunicado oficial" imagínenme haciendo "conejitos" con los dedos índice y medio. Cuando lean "conejitos", también) porque se muere de la vergüenza de tener una hija tan rajona, tan sacona con sus decisiones y a mi me dan ganas de decirle que no fui yo, que yo si tenía muchas ganas, mucha enjundia para comenzar una vida diferente pero yo me imagino que no me creerá nada, tal como cuando le decía que sí estaba estudiando en casa de mi amiga Carmen y ¡pus cual!, si andábamos dándole vuelo a la hilacha en sepa dios donde...(¡ups!)
¡Y ya! Ya estuvo bueno de andarle haciendo caso a mi mamá, total, a mi me enseñaron otras cosas en la escuela y una de ellas es el no andar dando explicaciones. Así que fin.
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(Tres tazas de café (descafeinado) después)
¿Sabían ustedes que las marsopas son una especie de delfín aunque más pequeño y que técnicamente en latín "marsopa" significa cerdo de mar? Bueno, "técnicamente" no. "Latínamente", si.