Y bueno, el año empezó hace casi una semana pero para mi el año comienza en unas horas, que es cuando el Matius retornará a la escuela y yo sentiré un huequito culpable en el estómago (y les juro que no es por mi nueva dieta). El banderazo de salida lo dará el despertador a las 6:00 a.m. y ni siquiera tendré el consuelo de algún bonito mail en mi buzón, así que la ducha fría para reafirmar mis muslos será lo que me ponga en órbita. Lo primero será darme cuenta que fue mala idea hacerme rosca todo el santo día, en lugar de ir al super y comprar el desayuno y lunch del Matius, para seguidamente empezar a maldecir el hecho de haberme gastado casi cuatrocientos pesos en unas uñas muy sexies para el 31, pero que a las 8:10 a.m. sirven para maldíta la cosa, pues no puedo abrochar el uniforme -mal planchado- de mi patroncito y estamos a punto de que nos cierren la puerta en las narices.
Ya entregado el paquete, el siguiente paso será ir corriendo a Lumen para averigüar si aún quedan agendas decentes pues aunque los teléfonos ya tienen esa función, ustedes y yo sabemos que no puedo vivir sin un pedazo de papel y un bonito bolígrafo en la bolsa; además de la ilusión que me hace estrenar agenda cada año, aunque luego termine arrumbada a mediados de Abril.
Ya con la agenda 2013 en la mano, escribiré mis propósitos de este año: bajarle a la engordadera, ser más paciente con mi gato, ser más flexible con el Matius, probar los anticonceptivos intravenosos, tal vez no enamorarme tan seguido... o sea, un sinfín de buenas intenciones que trataré de cumplir cabalmente (es eso o de nuevo tendré que adquirir curitas extra resistentes) y que en caso de emergencia, procuraré que sean lo primero que desaparezcan de mi lista de promesas a olvidar.
Después de filosofar un rato conmigo misma, me lanzaré al super a comprar mi vida entera. Espero que los jitomates y las cebollas sean buenos compañeros para este nuevo comienzo que me aterra y está lleno de claroscuros, pero que deberé enfrentar si es que quiero superar mi récord del año pasado. ¿Que cual récord? El de días sin antidepresivos y/o placebos, queridos.
Con suerte, en el pasillo de Ferretería soltaré algunas lágrimas por las cosas que no puedo cambiar; en Carnisalchichonería pediré valor para cambiar las que sí puedo y ya para cuando llegue a Frutas y Verduras, espero reunir un poco de inteligencia para no hacerme tonta y enfrentar la diferencia.
Con el súper en la cajuela, pasaré a recoger tooooda la ropa que dejé acumular en la tintorería, regresaré a casa para organizar el refri, la despensa, el clóset de Matius, su juguetero, su librero, mi clóset, mis cajones, mi corazón...
Y con el tic tac bailando en mi cabeza, correré a recoger al Matius, rogándo a la máxima deidad existente que no se de cuenta que a su mamá le hace faltan unos ¿qué les gusta? 2190 días hacia atrás para poner en orden su existencia y ahorrárse éste malestar que no la deja concentrarse ni enfocarse en su vida.
La misma vida que está corriendo a toda velocidad pidiéndo ser disfrutada sin culpas y sin "hubieras" y sí con nuevas perspectivas de progreso y aceptación.
Por eso es que yo les decía que mi año comienza hoy 7 de Enero de 2013, día en el que mi horario me indica 5 horas "libres" para pensar y reflexionar en todo lo que quiero alcanzar como mujer.
Habrá deseos que serán IMPOSIBLES de conquistar, yo espero no aferrarme a lo imposible y poder seguir adelante.
Aunque este barco pirata -de momento- se niega a partir sin un pasajero.
We're devil's, we're black sheeps
We're really bad eggs
Drink up, me hearties yo-ho
Yo-ho, yo-ho, a pirate's life for me...
Ya entregado el paquete, el siguiente paso será ir corriendo a Lumen para averigüar si aún quedan agendas decentes pues aunque los teléfonos ya tienen esa función, ustedes y yo sabemos que no puedo vivir sin un pedazo de papel y un bonito bolígrafo en la bolsa; además de la ilusión que me hace estrenar agenda cada año, aunque luego termine arrumbada a mediados de Abril.
Ya con la agenda 2013 en la mano, escribiré mis propósitos de este año: bajarle a la engordadera, ser más paciente con mi gato, ser más flexible con el Matius, probar los anticonceptivos intravenosos, tal vez no enamorarme tan seguido... o sea, un sinfín de buenas intenciones que trataré de cumplir cabalmente (es eso o de nuevo tendré que adquirir curitas extra resistentes) y que en caso de emergencia, procuraré que sean lo primero que desaparezcan de mi lista de promesas a olvidar.
Después de filosofar un rato conmigo misma, me lanzaré al super a comprar mi vida entera. Espero que los jitomates y las cebollas sean buenos compañeros para este nuevo comienzo que me aterra y está lleno de claroscuros, pero que deberé enfrentar si es que quiero superar mi récord del año pasado. ¿Que cual récord? El de días sin antidepresivos y/o placebos, queridos.
Con suerte, en el pasillo de Ferretería soltaré algunas lágrimas por las cosas que no puedo cambiar; en Carnisalchichonería pediré valor para cambiar las que sí puedo y ya para cuando llegue a Frutas y Verduras, espero reunir un poco de inteligencia para no hacerme tonta y enfrentar la diferencia.
Con el súper en la cajuela, pasaré a recoger tooooda la ropa que dejé acumular en la tintorería, regresaré a casa para organizar el refri, la despensa, el clóset de Matius, su juguetero, su librero, mi clóset, mis cajones, mi corazón...
Y con el tic tac bailando en mi cabeza, correré a recoger al Matius, rogándo a la máxima deidad existente que no se de cuenta que a su mamá le hace faltan unos ¿qué les gusta? 2190 días hacia atrás para poner en orden su existencia y ahorrárse éste malestar que no la deja concentrarse ni enfocarse en su vida.
La misma vida que está corriendo a toda velocidad pidiéndo ser disfrutada sin culpas y sin "hubieras" y sí con nuevas perspectivas de progreso y aceptación.
Por eso es que yo les decía que mi año comienza hoy 7 de Enero de 2013, día en el que mi horario me indica 5 horas "libres" para pensar y reflexionar en todo lo que quiero alcanzar como mujer.
Habrá deseos que serán IMPOSIBLES de conquistar, yo espero no aferrarme a lo imposible y poder seguir adelante.
Aunque este barco pirata -de momento- se niega a partir sin un pasajero.
We're devil's, we're black sheeps
We're really bad eggs
Drink up, me hearties yo-ho
Yo-ho, yo-ho, a pirate's life for me...
1 comentario:
Ay comadrita... ya me hiciste chillar, cuándo sera que yo pueda disfrutar de esas 5 horas libres para reflexionar y pensar? creo que mi caso es aun mas complicado!
No cabe duda que lo mejor de lo mejor del mundo mundial son nuestros Matius y ellos le dan sentido a este desmadre en nuestras vidas no? te quiero harrrrto!
Ya decía yo que por algo no debia leerte, ahora si me pegó.
P.D. yo tambien ya tengo mi agenda, la pedi de regalo navideño y mi papá me la dio, aunque te digo algo?? aun esta en blanco.
Danny Fdez.
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