Segurito que soy la vergüenza de mi madre por ventilar impunemente, de una manera pública y bastante escandalosa, cuanto pasa en mi vida; pero yo aquieto su preocupación haciéndole saber que ps que nada más me leen mis -5 lectores de siempre y que, por más candela y suspenso que le eche, mi deficiente sintaxis apenas puede provocarles una muy sincera cara de “¿uh?”.
Así que, ya con la conciencia tranquila y el intestino relajado, me dispongo a contarles que:
• Mateo volvió a la guardería donde mantenerlo sano nos cuesta alrededor de $8000 al mes (honorarios médicos NO incluidos) y nada, que es una auténtica pachanga convencerlo todos los días a que entre a la escuela.
• Por lo tanto, me he reincorporado a la vida “laboral” (entrecomillado, si, si) tratando de malabarear mis dos neuronas encargadas del Management para poder entregar resultados dignos de una esposa-gerente.
Así es, vuelvo a supervisar niñas respondonas, berrinchudas y harrrrrto mañosas, PERO ¡JA!, no cuentan con que haber pasado medio año enclaustrada y peleándome con los pinches gatos callejeros, me ha agriado el carácter de tal forma, que haría llorar al mismito niño dios.
No más: “…eeeestee… ay señora, ¿qué cree?... que ayer faltaron $400 pesos en la cuenta”, y yo: “(entripado por dentro, sonrisa benevolente por fuera)… ok Chimina, te lo descuento poco a poco…”
¡Nel, ‘ora trabajas horas extras, ca…bezona!
• Y por pura inercia, pasaré pocas horas en mi casa, donde me traumará menos el hecho de que el agua se tira o no cae, el gato se zambulle felizmente en mi basura, las arañas se meten y conviven con nosotros tranquilamente o que el agreste clima es capaz, sin remordimiento, de arruinarnos una perfecta tarde de parquecito.
• And “last but not least”: me urge saber de un buen hipnotista, puesto que no supero el TERROR a manejar en carretera, con toda la fauna rodante que ya conocemos y que hace de mis nervios lo que su faunorodesca gana le da (as always).
Así las cosas, como dije al principio: a mi mamá le podrá avergonzar todo lo que les he platicado, pero de lo que sí podrá estar orgullosa es de mi impecable ortografía (que ese tema se cuece aparte).
Aburrrrrrr.
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