lunes, 31 de mayo de 2021

Ideas derretidas

 Estoy esperando en la fila del banco.

¡Qué rebelde, estoy escribiendo en mi celular y nadie se atreve a decirme nada!... Bueno, en realidad estoy afuera del Banco, poniendo a prueba mi paciencia, mi hidratación y mis melanósidos que, por ser una belleza morena, espero tenerlos por miles.

Las personas hemos perdido el sentido de todo: del tiempo, de la vida, de la decencia, de la humanidad, de la vergüenza y lo sé y lo afirmó categóricamente porque detrás de mí se encuentra un señor como de sesenta y tantos años, usando su celular SIN audífonos y por el ruiderajo, sospecho que está viendo "tik toks" de ______(inserte aquí el nombre de la chichoncita y/o policía municipal de Ecatepec mamado del momento) bailando alegremente alguna cancioncilla pegajosa, mientras sus protuberancias se mueven "sin querer" (bendita juventud inconsciente).

Y no conforme con compartir con los compañeros de fila su muy respetable manera de matar el tiempo de espera (hablemos los estúpidos que escribimos ideas en un blog), se acaba de poner a grabar él mismo un video, haciendo un bailecito de una canción que dice algo como "ra tu tá, raca taca tá". Le echa enjundia, le echa sabor, nos causa una envidia su desmadre y soltura para mover el bote, amén de la circunstancia que lo tiene tan contento en medio de este caos, en medio de este calor: seguramente es de los miles de sesentones que ya recibieron la vacuna.

Es la venganza de las generaciones de antaño contra los cuarentones que tratamos de mantener a flote la economía con decisiones tan pendejas como gastarse la quincena en el shein, en el Amazon o ¡peor!, pagando colegiaturas de humanos que en su momento también nos pintarán un dedo medio por nuestra falta de savoir vivre.

El fin de una era, sin duda.


P. D. Y aquel cuarentón que no haya sucumbido a sacar su cuenta de tiktok, que tire la primera piedra. 

viernes, 14 de mayo de 2021

WITH A LITTLE HELP FROM MY FRIENDS

 No me ha gustado ponerme la piel de víctima en ninguna circunstancia.

Lo que me ha sucedido en la vida, más lo que yo he provocado en ella, es una combinación de decisiones propias y ajenas que se sustentan en mis creencias, en mi contexto personal y en lo que mi angelito de la guarda alcanza a concientizar en mi.

Y de ahí pa´l real... pos todo es bajada.

Es cuando te topas con lobos caperucientos que te hacen cuestionar el tamaño y su utilidad, con pepes grillos buena onda que dejan que te des unos besitos inocentes en el antro y luego te sacan a la fuerza de ahí, a sabiendas que vas a necear y a tirar de patadas (ok, eso me lo acabo de inventar, pues en aquella ocasión, "Pepa Grillo" también andaba tirando besitos a diestra y siniestra y no se veía con ganas de censurarme), es cuando conoces a la oruga azul de Alicia en el País de las Pesadillas y te invita a preguntarte "¿Quiheeeeen.....heeeeeereeeessss...thuuuuuuú?" (y a descubrir que es una mentirosa, pues "10 centímetros es la estatura perfecta" es el peor engaño de todos los engaños de la infancia).

Hasta que sientes la primer estocada, volteas hacia arriba para ver de dónde proviene y lo sabes... ¡oh vaya que lo sabes!..., es un daño perverso, un daño que no tiene parangón. La ejecución de un plan maestro que cimbró tu ser al grado de hacerte olvidar hasta tu película favorita.

Es real, te han convertido en una víctima.

Y luchas, (en parte porque eres una trucha belicosa y en parte porque tu instinto te dice que debes recuperar oxígeno y estabilidad) luchas contra el concepto de victima porque tu formación universitaria te ha dicho que la víctima nunca recibe justicia, que no hay abogado estrictamente capaz de resarcir el daño causado al sujeto pasivo, que las víctimas son personas que pudieron evitar al sujeto activo cambiando las circunstancias de modo, tiempo y lugar (Profesor Martínez: ¿es neta su teoría del "hubiera"?) y porque tú, morena de fuego altanerapreciosayorgullosa, tal vez te lo buscaste.

Cha-le.

¿Qué sigue? Bueno, si son de mis menos cinco lectores de siempre, sabrán que una llorada y un corte de pelo arreglan casi todo; sin embargo, permítanme hacer una declaración:

    SE VALE PEDIR/RECIBIR AYUDA

Si, queriditos... dejemos de cargar con las consecuencias de las agresiones que nos han infligido los sujetos activos de nuestras vidas y extendamos la mano a quienes con cariño y amor quieran cuidar nuestros raspones y moretones. 

Olvidemos el orgullo estúpido de charro borracho y dejemos que el amigo fiel y cariñoso nos cargue en medio de la tormenta, mientras echas tus brazos a su cuello para no desfallecer.

Esto no te convierte en una mala persona, al contrario.

Esto te ayudará a recuperar a la excelente persona que siempre has sido.

Bonito viernes, queriditos.