Llámenlo como quieran.
El amor al equipo de soccer de la UNAM está arraigado a mi desde mi concepción.
Mis papás, como muchos lo saben, se conocieron en la H.H.H. Prepa 4, la de Tacubaya.
Y cuando ya iban a dar el salto a la Universidad, las ligas mayores, ¡sopas! que su servilleta ya venía en camino.
No se amilanaron y continuaron sus estudios y como ya lo he platicado, también brinqué y manchincuepeé en las ENEPS Aragón y Acatlán, respectivamente.
Cuando me tocó el turno de decidir mi futuro (a la tierna edad de 13 años, ¿a quién demonios se le ocurrió que los adolescentes granosos y escenosos pudieran con semejante responsabilidad?) obviamente elegí la UNAM.
Así que irle a los Pumas es algo tan natural como mi gastritis o como el estar genéticamente predispuesta a sufrir de un paro cardiaco (cosa que me sucede a menudo, bendito desfibrilador de bolsillo)
Y el hecho de que en ésta ocasión se encuentren disputando la final me hace recordar que, allá por los dos miles cuatro, también llegaron a la Gran Final contra el Guadalajara.
Y lo tengo MUY presente porque mis amigos universitarios y yo tuvimos la brillosísima idea de ir a comprar boletos a C.U. pensando en que en dos horas estaríamos fuera de las taquillas, con nuestro boleto en la mano.
¡Oh crueldad incomparable, tu nombre se llama "Reventa"!
Por supuesto, aquello fue una debacle anímica al estar formados desde temprano por la mañana, avanzando el equivalente a doscientos metros del sistema métrico caracolil.
Muy animaditos llegamos Pollo, Ocatvio y yo.
Para la tarde, al contingente se le habían unido Yanin y Elena, además de mi muy amado novio Jorge.
Y pus ¡nada! La verdad es que ni siquiera arañamos la posibilidad de llegar a la taquilla, llovió, ir al baño era un asunto de logística temeraria y al final, todos teníamos muy pocas ganas de perseguir nuestro objetivo.
Un poco cabizbajos enfilamos nuestros pasos al carajo y desde la tele seguimos las andanzas del equipo de nuestra Alma Mater.
Ganaron.
Y ese triunfo siempre me sabrá a gloria.
Exácto, ¡cómo no te voy a querer!
¡¡¡¡VAMOS PUMAS!!!!!
El amor al equipo de soccer de la UNAM está arraigado a mi desde mi concepción.
Mis papás, como muchos lo saben, se conocieron en la H.H.H. Prepa 4, la de Tacubaya.
Y cuando ya iban a dar el salto a la Universidad, las ligas mayores, ¡sopas! que su servilleta ya venía en camino.
No se amilanaron y continuaron sus estudios y como ya lo he platicado, también brinqué y manchincuepeé en las ENEPS Aragón y Acatlán, respectivamente.
Cuando me tocó el turno de decidir mi futuro (a la tierna edad de 13 años, ¿a quién demonios se le ocurrió que los adolescentes granosos y escenosos pudieran con semejante responsabilidad?) obviamente elegí la UNAM.
Así que irle a los Pumas es algo tan natural como mi gastritis o como el estar genéticamente predispuesta a sufrir de un paro cardiaco (cosa que me sucede a menudo, bendito desfibrilador de bolsillo)
Y el hecho de que en ésta ocasión se encuentren disputando la final me hace recordar que, allá por los dos miles cuatro, también llegaron a la Gran Final contra el Guadalajara.
Y lo tengo MUY presente porque mis amigos universitarios y yo tuvimos la brillosísima idea de ir a comprar boletos a C.U. pensando en que en dos horas estaríamos fuera de las taquillas, con nuestro boleto en la mano.
¡Oh crueldad incomparable, tu nombre se llama "Reventa"!
Por supuesto, aquello fue una debacle anímica al estar formados desde temprano por la mañana, avanzando el equivalente a doscientos metros del sistema métrico caracolil.
Muy animaditos llegamos Pollo, Ocatvio y yo.
Para la tarde, al contingente se le habían unido Yanin y Elena, además de mi muy amado novio Jorge.
Y pus ¡nada! La verdad es que ni siquiera arañamos la posibilidad de llegar a la taquilla, llovió, ir al baño era un asunto de logística temeraria y al final, todos teníamos muy pocas ganas de perseguir nuestro objetivo.
Un poco cabizbajos enfilamos nuestros pasos al carajo y desde la tele seguimos las andanzas del equipo de nuestra Alma Mater.
Ganaron.
Y ese triunfo siempre me sabrá a gloria.
Exácto, ¡cómo no te voy a querer!
¡¡¡¡VAMOS PUMAS!!!!!
3 comentarios:
CON TODO, PUMAS CAMPEONES!
DANNY FDEZ.
Arre!
Es logico esperar un nuevo campeonato... y ser parte de el... y lo mejor de todo es saber que nuestro nuevo Crak del gooool... llamado Javi Cortes se formo en las calles y canchas llaneras de la colonia del mar y anexas... haaaa por que si no lo sabian es famosamente originario de Tlahita la bella... Frelicidades a todas las garras que hay en México... Bienbenida la septima y vamos por la octaba...
WAR.
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