viernes, 13 de agosto de 2010

Una cita para Dana.

Ayer por la tarde dejé encargado a Mateo con su abuela; ¿el motivo? tenía que sacar tejido muerto del cerebro y de mi relación con Marmota. Para nadie es un secreto que desde hace dos meses nuestro hijo no se ha recuperado de una misteriosa infección en la garganta, que aparece cuando va a la escuela y desaparece cuando reposa en casa.
Tonces, estos dos meses de cuidados intensivos marmotescos, aunado a una incomprensible, inútil y francamente dolorosa mudanza hacia el Edomex, han mermado mi capacidad intelectual y afectiva, producto de repetir como un mantra diario: "tup turup tup Dooooraaaaa!...Dora, Dora, Dora la exploradooooooraaaa..."... Shoot meee!!
Así que ayer hubo una comida donde en la mesa no se sirvieron papitas fritas en forma de carita feliz, ni pankekis arco iris, sino una rica pizza italiana con setas, peras caramelizadas, gorgonzolla y avellanas. Tampoco se bebió juguito de cocofresa, sino sendas copas de vino tinto "Tall horse" (ni muy bueno, ni muy barato y hasta creo que me piñaron), ni se pidió el area de "no fumar" sino al contrario, el área de terraza para fumarrrrrr como los malditos chacuacos que somos.
Y bueno, aquello era casi una experiencia religosa para mi, casi llegando al éxtasis de la adultez y sintiendo los efluvios de la soltería embriagando lentamente mi cerebrou...hasta que llegó la hora del cine y ps ¡papas!.
"Mi villano favorito" estoy segura que es una buena película, es chistosita y mona si ustedes quieren... ¡pero para verla con niños, caramba!... qué tenía que andar viendo esa peli cuando la atmósfera era perfecta para olvidar por un segundo que mis días transcurren de acuerdo a la temporada de Hi5. Y más: chingos de niños salidos de nosedónde, armando sendo revuelo en la sala, que aunque estabamos en "lo mejor de Coapa", valióles madre para sus llevar a cabo sus propósitos bandalescos.
Pus ya, bien resignada me chuté la peli, la cual extrañamente mi grinchesco marido amó y disfrutó al grado de que la quería volver a ver y a mi no me quedó más remedio que echarme una pestañita en lo que llegaban los créditos, los cuales, por cierto tardaron aaaaaños en llegar, por abusar de la presencia de las cositas amarillas...hummm.
Lo que me queda claro es que fue una linda cita, novié con mi esposo como hace mucho no y lo mejor es que al regresar a casa, mi hijo estaba feliz de haber pasado tiempo con sus abuelos y aquello no terminó en drama.
Amo a mi hijo, lo saben y lo se. Pero también amo a la persona que soy cuando puedo hilar dos frases graciosas en mi cabeza y éstas no tienen nada que ver con "Lazytown" (que lo único bueno que tiene es al sujeto en leotardo azul).
Fin.

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